La única libertad verdadera

Entonces Jesús le decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. (Juan 8:31-32)

¿Qué es la verdadera libertad? ¿Somos libres?

  1. Si no tenemos el deseo de hacer algo, no somos totalmente libres para hacerlo. Quizás logremos reunir la fuerza de voluntad para hacer lo que no queremos hacer, pero nadie llama a eso libertad total. No es así como queremos vivir, con restricciones y presiones que en realidad no deseamos.
  2. Si tenemos el deseo de hacer algo, pero no tenemos la capacidad de hacerlo, no somos libres para hacerlo.
  3. Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo, pero no la oportunidad de hacerlo, entonces no somos libres para concretarlo.
  4. Si tenemos el deseo de hacer algo y la capacidad de llevarlo a cabo y la oportunidad de concretarlo, pero esto nos lleva en última instancia a la ruina, entonces no somos totalmente libres —no verdaderamente libres—.

Para ser totalmente libres, necesitamos tener el deseo, la capacidad y la oportunidad de hacer aquello que nos hará felices para siempre. Sin remordimientos. Y solo Jesús, el Hijo de Dios, que murió y resucitó por nosotros, puede hacerlo posible.

Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.