Obedezcan a sus gozosos líderes, Parte 1

Hebreos 13:17-19

Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros. Orad por nosotros, pues confiamos en que tenemos una buena conciencia, deseando conducirnos honradamente en todo. Y aún más, os exhorto a hacer esto, a fin de que yo os sea restituido muy pronto.

Guiando la atención del pueblo hacia sus líderes

La carta a los Hebreos está casi finalizando. El escritor no está seguro de que pueda verles de nuevo. Les pide, en los versículos 18-19, que oren por él y su equipo para que puedan, si Dios quiere, ser restituidos a esta iglesia para la comunión continua. Pero eso pudiera no ocurrir. ¿Dónde, entonces, buscarían liderazgo espiritual las personas? La respuesta es que mirarán a sus líderes en la iglesia.

Por tanto, no es sorprendente que en este último capítulo (y no hasta ahora en la carta), el escritor se refiera tres veces a los líderes de la iglesia. Versículo 7: "Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe”. Versículo 24: "Saludad a todos vuestros pastores y a todos los santos. Los de Italia os saludan". Y nuestro texto, versículo 17: "Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros".

Por tanto, podríamos dar por cierto que esta iglesia tenía líderes. Y también pudiéramos asumir que este escritor de Las Escrituras lo aprobaba y quería fortalecer la relación entre el pueblo y sus líderes. Casi ha terminado su influencia mediante la carta, y por ello comienza a guiar la atención del pueblo, en este último capítulo, hacia sus líderes. Cuando haya muerto, los líderes aun estarán allí y continuarán la tarea de ser maestros y ejemplos para el pueblo.

Incluso los bautistas y los estadounidenses han recibido líderes de parte de Dios.

Es muy importante que lo veamos. Somos bautistas por convicción y estadounidenses (la mayoría de nosotros), por la providencia de Dios. Los estadounidenses (y la mayoría de los humanos), tienen una aventura amorosa con el individualismo, y no les gusta que les digan que deben someterse a alguien. Y los bautistas creen en la doctrina bíblica del sacerdocio de todos los creyentes (1ra de Pedro 2:9; Apocalipsis 5:9). Así que nosotros, los bautistas estadounidenses, tendemos a ser muy desconfiados con relación al liderazgo y el llamado a la sumisión. Por ello es importante que seamos inspeccionados por estos pasajes. El Nuevo Testamento es inequívoco en su enseñanza de que la iglesia local debe tener líderes.

Así es como esta enseñanza se relaciona con todo lo que se ha dicho anteriormente en esta carta: Cuando el libro ha sido leído en la congregación, los líderes lo viven y enseñan y aplican a las vidas de las personas, y las personas les miran hacerlo, y les imitan, y se vuelven receptivas y dóciles a su liderazgo. En otras palabras, las verdades bíblicas (sobre Cristo y Su obra salvadora y el poder de la fe en la gracia venidera) que hemos estado disfrutando por los últimos dos años, tienen el propósito de ser encarnadas en los líderes de esta iglesia, para que ustedes puedan verlas representadas, y escucharlas en enseñanza, y tener modelos centrados en Dios a quienes imitar y enseñanzas centradas en Dios las cuales seguir.

Desarrollemos este concepto al analizar con más detalle el versículo 17. Veo tres aspectos: el propósito del liderazgo, los medios del liderazgo, y la respuesta del liderazgo.

Según el versículo 17, ¿cuál es el propósito del liderazgo?

Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.

Hay dos frases en el versículo que señalan hacia el propósito del liderazgo. Una es: "no sería provechoso para vosotros". Y la otra es: "ellos velan por vuestras almas" (o, literalmente, ellos velan a favor de vuestras almas). Por tanto, concluyo que el propósito del liderazgo en este versículo es el "aprovechamiento", o "beneficio" del pueblo. El liderazgo y la respuesta al liderazgo no debieran ser improductivos para ustedes, sino "provechoso[s] para vosotros". Ése es el propósito: el beneficio o provecho del pueblo.

Y cuando dice que los líderes están velando, o en estado de alerta "a favor de nuestras almas", está diciendo lo mismo: es para el bien de nuestras almas que los líderes están vigilantes y despiertos y velando. Por tanto, en las dos frases, la que está al final "eso no sería provechoso para vosotros", y la que está en la primera parte del versículo, "ellos velan por vuestras almas", el mensaje es el mismo: el propósito del liderazgo es el beneficio del pueblo, especialmente el bien de sus almas.

Pudiéramos preguntar, ¿qué tipo de provecho o bienestar tiene en mente el escritor? La respuesta se ve con claridad en todo el libro, pero miremos un versículo en específico para verla. Considere Hebreos 10:39: "Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma". El propósito de este libro es ayudar a las personas a que no retrocedan de la fe, y que sus almas sean destruidas, sino ayudarlas a perseverar en fe hasta el final y preservar sus almas. El libro de Hebreos trata sobre la perseverancia. Una y otra vez el libro nos llama a velar por nuestras almas y a soportar hasta el final en fe y obediencia (2:1; 3:6,12; 4:1,11,16; 6:1,11-12,18; 10:14,22-31,35-39; 12:1-2,12-17,28; 13:13).

Así que el propósito del liderazgo espiritual en la iglesia es, principalmente, la salvación del alma. Y esa salvación no se ve en el libro de Hebreos como un evento de una decisión que se toma una sola vez, sino como una batalla contra la tentación y la incredulidad, una batalla que dura toda la vida. El trabajo de los ancianos de esta iglesia es, fundamentalmente, ayudar a la iglesia a perseverar en fe y ser salvos. En otras palabras, como la perseverancia está en riesgo cada día, el propósito del liderazgo no solo es que las personas se decidan por Jesús al comienzo de la vida cristiana, sino enseñar y por tanto vivir y por tanto amonestar a esos cristianos profesantes en la iglesia para que no retrocedan "para perdición, sino... [que tengan] fe para la preservación del alma" (10:39).

Esto es algo que hace que el ministerio sea tan serio para mí. Yo creo en lo que Jesús dijo en Marcos 13:13: "el que persevere hasta el fin, ése será salvo". Este es el mensaje de Hebreos. Y significa que todos los mensajes y todos nuestros encuentros, son encuentros de salvación. No porque estén solamente dirigidos a lograr una primera decisión por Cristo, sino porque nuestra salvación final viene a nosotros mediante la fe que persevera, no simplemente por una decisión tomada una sola vez. La salvación del alma es la obra continua de Dios, mes tras mes, para preservarnos seguros en Jesús al preservar nuestra fe. Y ello ocurre mediante la enseñanza y modelación y amonestación y corrección de los líderes fieles en la iglesia.

Permítanme decirlo nuevamente partiendo de Hebreos 10:39: "Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma". Ése es el propósito del liderazgo, la preservación del alma para la eternidad en la presencia de Dios para una justicia y gozo eternos.

¿Cómo serán preservadas en fe las almas de las personas, para que no sean destruidas?

Vayamos ahora al segundo aspecto, los medios del liderazgo. Veo tres respuestas en el versículo 17: la primera es la vigilancia, la segunda es el gozo, y la tercera es la seriedad.

Primero, los líderes preservan las almas del pueblo mediante la vigilancia: "Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas [O: ellos velan a favor de vuestras almas]". Los líderes espirituales de una congregación son los vigilantes, los que están despiertos, los que, por encima de todos los demás, están alertas y velan por los asuntos espirituales. La palabra "por" (en "velan por vuestras almas") no significa que los líderes solo observan las almas de su pueblo. La palabra "huper" significa "a favor de" o "por amor de". Así que la vigilancia es "a favor de" sus almas, o "por amor de" sus almas.

¿Qué vigilan los líderes de modo que las almas de las personas sean preservadas y no destruidas?

Partiendo de este libro, yo sugeriría cuatro elementos.

1. Los líderes espirituales vigilan la Palabra de Dios. Siempre deben estar alertas al significado preciso y a la belleza y a la veracidad y al poder de la Palabra de Dios. Versículo 7: "Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios”. Esta es la principal función de los líderes: ellos guían mediante la Palabra de Dios, no mediante sus propias palabras. Son hombres bajo autoridad, no solo con autoridad. Es por esto que el pueblo es llamado a obedecerlos y someterse a ellos.

El problema principal en la perseverancia tiene que ver con la posibilidad de desviarnos de la Palabra de Dios, o seguir escuchándola, creyéndola, amándola, y obedeciéndola. Hebreos 2:1 dijo: "Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído [la Palabra de Dios], no sea que nos desviemos". El trabajo de los líderes es ayudar a una congregación a prestar más atención a esa palabra y a no desviarse de ella y a perseverar en fe y por tanto ser salvados.

2. Los líderes espirituales miran a Cristo La Palabra trata sobre Cristo. Hebreos 1:2: "En estos últimos días [Dios] nos ha hablado por su Hijo". La palabra que más necesitamos escuchar es el Hijo. Hebreos 3:1: "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús". Éso es lo que los líderes dicen una y otra vez: consideren a Jesús. Para hacerlo, los líderes deben mirar a Jesús, y estar alertas en relación a Jesús, y conocer a Jesús, y amar a Jesús por encima de todo lo demás. Hebreos 12:2: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Si el propósito de los líderes es preservar la fe, y si Jesús es el autor y consumador de la fe, entonces los líderes deben decir implacablemente con sus bocas y vidas: ¡Pongan los ojos en Jesús!

3. Los líderes espirituales velan por su propia conducta. Hebreos 13:7: "Acordaos de vuestros guías. . . considerando el resultado de su conducta, imitad su fe". El pueblo es llamado a considerar la conducta de los líderes y a imitar su fe. Esto significa que los líderes son más responsables de su comportamiento ante Dios que otros cristianos, ¡y deben velar por eso! Todos los cristianos deberían ser piadosos y dar buenos ejemplos, pero por encima de ello, Dios mismo instruye a la iglesia a que mire las vidas de sus líderes y los siga. Es por eso que debiéramos tener estándares más elevados para el liderazgo en la iglesia que para la membresía en la iglesia. Es por esto por lo que los fracasos en los líderes son peores que los fracasos en los miembros. Y es por ello que la restauración en el liderazgo debiera ser mucho más difícil que la restauración a la membresía.

Pablo dice algo similar en 1ra a Timoteo 4:16: "Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan". Así que, nuevamente, la salvación de quienes nos escuchan depende, en cierta medida, de la fidelidad de los líderes al velar por sí mismos (tanto por su conducta como por su doctrina).

4. Los líderes espirituales velan por el pueblo. Hebreos 10:24 dice: "consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Si las personas deben velar unas por las otras a fin de estimularse unas a otras al amor, ¡cuánto más los líderes! De hecho, partiendo de esta palabra en Hebreos 10:25, es claro que el trabajo de velar por el rebaño es un esfuerzo compartido entre los líderes y el pueblo. Esta es una de las razones por las que creo tan profundamente en el ministerio de grupos pequeños en nuestra iglesia. Los ancianos no pueden conocerlo todo sobre usted, con la profundidad necesaria para darle el tipo de atención y exhortación personal que debiera recibir. Es por ello que damos muchas energías a la creación de un sistema de células donde ustedes puedan velar unos por los otros, y fortalecer el uno la fe del otro, y estimularse unos a los otros al amor, y llamarse a cuentas unos a los otros.

Así que la vigilancia es el medio principal del liderazgo: velar la Palabra, velar a Cristo, a nosotros mismos, y al pueblo.

Ahora, consideraremos el gozo y la seriedad de los líderes

Aquí es donde tendremos que detenernos en esta semana. La siguiente semana retomaremos desde aquí. Quizás usted ha visto suficiente en esta mañana, al menos para ponerse a orar por nosotros como líderes. Nuestra responsabilidad, como puede ver, es inmensa. No pensamos en la obra en términos de derechos de autoridad, sino en términos de una responsabilidad para el liderazgo espiritual. La próxima semana trataré de mostrarles cómo pueden ayudarnos y cómo pueden responder, bíblicamente, a este cargo que tenemos.