¿Quién es un verdadero judío? parte 2

Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. 26Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? 27Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley. 28Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios

Los Gentiles Pueden Volverse Judíos

El propósito de Pablo en este capítulo es subrayar la necesidad que tiene el pueblo judío (junto con el resto del mundo) del don de la justicia, que Dios entrega gratuitamente a aquellos que confían en Cristo (Romanos 3:20-28; 1:16-17).Tanto los gentiles como los judíos están bajo el dominio del pecado (3:9), y necesitan una salvación que Dios está dispuesto a dar a todos aquellos que pongan su confianza en su Hijo.

Ahora, en estos versículos (2:25-29) la forma en que Pablo subraya la necesidad que el pueblo judío tiene es para mostrar que los gentiles en realidad se están convirtiendo en los verdaderos judíos, y estarán aún por encima de los judíos en el día del juicio. Este era un pensamiento asombroso para Pablo y sus parientes judíos: los gentiles piden ser considerados como judíos heredan las promesas que Dios hizo a Israel, mientras que los judíos naturales son juzgados y perecen.

¿Cómo Puede ser Esto?

¿Cómo podía ser esto?

Bien, el argumento de Pablo es extraordinario y está lleno de ricas verdades para nosotros en el día de hoy. En este texto hay implicaciones para nosotros que son realmente impresionantes. Entremos rápidamente en el hilo de pensamiento de Pablo y después ampliemos nuestros horizontes hacia otro pasaje de Las Escrituras que nos ayudará a comprender aun mejor.

Asombrosamente, dice en el versículo 26 que el incircunciso (el gentil) será considerado por Dios como un circunciso (un verdadero judío) si “guardare las ordenanzas de la ley”. “Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?”. De modo que no es la circuncisión lo que hace que usted sea un judío verdadero, sino, guardar las ordenanzas de la ley, es decir, comprender acerca de qué trata la ley realmente, ser transformado en el corazón y realizar el propósito de Dios para el hombre que en ella se enseña (ver 1ra a los Corintios 7:19).

Después, en el versículo 27, aun más asombrosamente, Pablo dice que los gentiles serán una denuncia viva para los judíos desobedientes en el día del juicio, si el gentil “guarda perfectamente la ley”. “Y el que físicamente es incircunciso [= gentil], pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley”.

Así, en los dos versículos, 26 y 27, Pablo retrata a algunos gentiles como quienes realmente forman parte del pueblo de Dios y son salvados del juicio, mientras que algunos judíos naturales son juzgados y perecen en el día del juicio. Esto subraya la necesidad que tienen los judíos de no presumir por su posición de privilegiada, son pecadores como todos los demás y están sujetos a juicio.

¿Cómo Pueden Algunos Judíos No Ser Judíos?

Ahora de nuevo, ¿cómo puede ser esto? ¿Cómo puede Pablo decir que los judíos naturales pueden no ser verdaderos judíos y que los gentiles, aun sin estar circuncidados, pueden ser verdaderos judíos? Porque si esto es cierto, entonces ustedes y yo, en la actualidad, podríamos convertirnos en verdaderos judíos y formar parte del pueblo escogido de Dios con todos los privilegios prometidos a los hijos de Abraham.

Pablo sabe que este es un pensamiento insólito para los judíos y gentiles de sus días y por eso da una explicación de apoyo en los versículos 28-29.

Pero antes de mostrarles su argumento, quiero asegurarme de que me siguen y vean esta verdad en al menos otro lugar en el Nuevo Testamento. Quiero decir, que vean la verdad de que los gentiles realmente se convierten en parte del pueblo escogido de Dios, Israel.

El lugar más claro para ver esto es Efesios 2:11ss.

“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne [¡Note! Los judíos son los “llamados circuncisión”- esta es la misma observación que en Romanos 2:25ss: ellos son judíos, pero no judíos verdaderos]. 12En aquel tiempo estabais sin Cristo [el Mesías judío], alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo […] 19Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”

Así que pueden ver como Pablo piensa en este sentido. En relación a Cristo, los gentiles realmente se convierten en parte de la comunidad de Israel (versículo 12). Se vuelven verdaderos judíos.

Pero ¿cómo lo explica y defiende Pablo en Romanos 2:28-29? Lo que hace que estos dos versículos sean tan excepcionales es que son la explicación de cómo los gentiles se vuelven verdaderos judíos al ‘guardar las ordenanzas de la ley’ (versículo 26, “cumple” en otra versión, NVI) y ‘guardar perfectamente la ley’ (versículo 27). El versículo 26 dice que un gentil incircunciso será considerado como verdaderamente circunciso “si guardaré las ordenanzas de la ley”. Y el versículo 27 dice que el gentil incircunciso juzgará a los trasgresores de la ley si “guarda perfectamente la ley”.

Después se explica cómo “guardar la ley” convierte a una persona en judía. Él responde en los versículos 28-29: “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”.

Esto es asombroso. La razón por la que es asombroso es que Pablo está tratando de mostrar cómo el guardar la ley -cumplir la ley- produce un verdadero judío, y toda su respuesta trata acerca de cambios internos, no de actividad externa. Dice, en esencia, que guardar o cumplir la ley hace de usted un verdadero judío precisamente porque no es algo fundamentalmente externo, sino interno. Tiene que ver principalmente con un sentir del corazón, y no con conocer la letra. Tiene que ver, principalmente, con una alabanza que viene de Dios en secreto, no con la alabanza que viene de los hombres en público (cf. Mateo 6:4, 6,18). Es acerca de esto que trata realmente toda la ley. De otra manera, el argumento no funciona.

El argumento dice al gentil:

- Verdaderamente, puedes ser circunciso para Dios y permanecer ante Él como un verdadero judío, ¡si guardas la ley!

- ¿De verdad? - dice el gentil -¿Y cómo?

Y Pablo responde:

- Porque ser circunciso verdaderamente y ser judío verdadero es una cuestión del corazón, y ocurre por el Espíritu.

Ahora bien, esa respuesta solo tiene sentido si “cumplir la ley” significa experimentar este cambio de corazón por el Espíritu, y después vivir en sincronía con ese cambio interno.

Entonces el punto es que una persona es verdaderamente judía -una parte real del pueblo redimido de Dios- si cumple la ley, es decir, si su corazón está circuncidado por el Espíritu para amar a Dios. Deuteronomio 30:6, “Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas”. Es acerca de esto de lo que Pablo está hablando aquí, y no tienes que ser un judío natural, dice, para que ello te ocurra.

Pero esto no estaba ocurriendo en muchos judíos y si en algunos gentiles. ¿Por qué?

Dibujemos un Cuadro

Permítanme intentar explicarlo con una imagen para ver si puedo dejar esto claro para los niños, y después quizás los adultos lo entenderán también.

En la parte superior de la escena está Dios. No pueden ver a Dios, así que solo escribiremos la palabra D-i-o-s. En la parte inferior del cuadro hay un corazón (nuestro corazón). En el medio, entre Dios y nosotros esta la ley -imaginen un libro, la Biblia. Ahora bien, el objetivo supremo de la ley es acercar nuestros corazones a Dios en una relación personal de amor, confianza, y obediencia; no solo una relación como la que usted pudiera tener con el dependiente de una tienda o el cartero. Sino relación una profunda y personal de amor y compañerismo.

Pero esto no estaba ocurriendo para todas las personas del libro. La mayoría de los judíos estaban leyendo la ley, aprendiéndosela y resumiéndola en listas de regulaciones para cumplir la mayoría de ellas. Y en todo esto, Pablo ha dicho, que estaban trasgrediendo la ley, que su circuncisión era inútil y no los ayudaba en nada (versículo 25).

¿Por qué? Porque en el cuadro falta algo. ¿Qué falta? Díganmelo ustedes basándose solo en el versículo 29. “sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios” Lo que falta es el Espíritu.

¿Cómo dibujaremos el Espíritu? Él es invisible. Utilicemos flechas. Dibujen una flecha desde la ley, que se encuentra en el medio, hacia abajo, hasta el corazón. El Espíritu toma la ley y la escribe en el corazón (Jeremías 31:33; Ezequiel 11:19-20; 36:27) a fin de que la amemos y se vuelva parte de nosotros, en lugar de ser meramente una presión externa.

Después, dibujen otra flecha desde el corazón hacia arriba, cruzando la ley, hasta Dios. El Espíritu no solamente toma la ley y la hace pasar a través de nuestros ojos hacia nuestros corazones; también nos toma y nos lleva a través de la ley hacia Dios. Y esa es la meta suprema de la ley: Una relación personal de amor con el Dios viviente, a través de su Palabra.

Escribiendo Ecuaciones

Sin el Espíritu, rechazamos la ley de Dios que no podemos controlar, o la cambiamos por algo que podemos manejar. En cualquiera de estos casos perdemos, y la ley nos condena: usted puede convertirse en un transgresor de la ley al rechazarla o intentar guardarla con sus propias fuerzas. Pablo llama a la ley sin Espíritu: “letra”. Y dice en otro lugar, “la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2da a los Corintios 3:6).

Entonces pongamos dos ecuaciones resumen en la esquina de nuestro cuadro.

Ley - Espíritu =

  1. Ritual religioso externo (como la circuncisión).
  2. La necesidad de la alabanza de los hombres para mantenernos avanzando.
  3. Muerte, porque la ley se vuelve mera “letra”, y eso mata.

Ley + Espíritu =

  1. Circuncisión interna del corazón
  2. Satisfacción en la alabanza de Dios, aún si ningún hombre nos aprueba.
  3. Vida, porque el Espíritu nos une a Dios en amor.

Ahora bien, ¿cuál es el punto de todo esto? Lo principal que quiero que comprendan en esta mañana, es esto: Debemos buscar y apreciar la obra del Espíritu de Dios en nuestras vidas para que haga de nosotros verdaderos judíos. Nuestra salvación depende de esto –de la obra del Espíritu.

  1. Circuncidando nuestro corazón para amar al Señor (Deuteronomio 30:6).
  2. Escribiendo la ley de Dios en nuestros corazón (Jeremías 31:33).
  3. Liberándonos de la necesidad de recibir alabanzas de los hombres (Romanos 2:29).

Todo esto es lo que Cristo obtuvo para nosotros cuando derramó su sangre para sellar el Nuevo Pacto (Lucas 20:22; Hebreos 13:20).

Pero aún alguien puede decir, ‘¿Es realmente importante que pensemos de este modo acerca de nuestra salvación?’ ¿No puedo solo ser un simple cristiano, y no preocuparme por ser judío, descendiente de Abraham, o circunciso de corazón?

Ramas Silvestres Injertadas en el Olivo

Pienso que responderé la pregunta llevándolos a Romanos 11 y examinando sencillamente un texto más junto a ustedes; y les dejaré decidir cuan importantes creen que esto sea. En Romanos 11:17-25, Pablo compara a la verdadera Israel con un Olivo cultivado con sus ramas naturales, y al mundo gentil con un Olivo silvestre, con sus ramas silvestres. Haré algunos comentarios a medida que leemos, comenzando por el versículo 17.

“Pues si algunas de las ramas [judíos de nacimiento] fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre [gentil], has sido injertado en lugar de ellas [hecho un verdadero judío, o la verdadera circuncisión, como dice Pablo en Romanos 2.26-29], y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo [la savia del Olivo es el pacto que Dios hizo con Abraham y sus verdaderos descendientes, ser participante de esta savia, es ser beneficiario de esta salvación, de la promesa hecha a Abraham y sus descendientes de que Dios sería su dios y ellos sería su pueblo; si usted es injertado, se vuelve parte del Pueblo de Israel y esto le pertenece],

18no te jactes [gentil] contra las ramas [judíos de nacimiento]; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti [oh, cuan fácilmente invertimos el sentido de esta declaración, pensamos que el cristianismo es la madre y el judaísmo es la hija dependiente, cuando en realidad, el judaísmo es la madre y el cristianismo es la hija dependiente. Nuestra vida, nuestra esperanza, y nuestra salvación están sustentadas solo por el compromiso de Dios con el pacto que ha hecho con Israel –la raíz nos sustenta, no al revés].

19Pues las ramas, dirás [gentil], fueron desgajadas [de modo que vemos que la fe es lo que le hace judío o no; así, teniendo en cuenta 2.26-27, esto es la esencia de la ley, guardarla con fe] para que yo fuese injertado.

20Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie [usted tiene una parte en la rica savia de la promesa de Dios, él será su Dios si usted cree en el Mesías, Jesucristo, como dijo Pablo en Gálatas 3.7: “los que son de fe, éstos son hijos de Abraham”; solo por la fe usted está en pie, esta es la esencia de ser un verdadero judío y formar parte del Israel de Dios]. No te ensoberbezcas, sino teme.

21Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales [los judíos que han sido desgajados y condenados por su incredulidad], a ti tampoco te perdonará [usted puede ser engañado, como lo fueron ellos, sobre la esencia de ser un verdadero judío al tratar de aferrarse a este árbol sin que el Espíritu le haya cambiado el corazón].

22Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron [los judíos que no eran verdaderos judíos pues eran incircuncisos de corazón], pero la bondad para contigo [los gentiles que tienen el Espíritu de Dios y fe en Cristo], si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado [oh, cuantos que dicen ser cristianos existen y su único agarre del árbol de la vida es externo y ritualista, sin la obra del Espíritu circuncidando su corazón para que amen a Dios].

23Y aun ellos [los judíos, las ramas desgajadas], si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.

24Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

25Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26y luego [de esta manera] todo Israel será salvo”.

¿Es importante para ser verdaderos judíos? Todas las bendiciones de la salvación de Dios vienen al mundo a través de la rica savia del olivo, el pacto que hizo con Abraham, Isaac, y Jacob de ser su Dios. No hay salvación fuera de Israel. Pablo escribió estas cosas a la iglesia de los gentiles en Roma por una razón; y yo se las predico a ustedes por una razón. Quiero que sean injertados en el buen olivo, y que mediante la fe permanezcan firmes, y beban de la rica savia de las promesas de Dios y sean salvos.

Así que consideren la bondad y severidad de Dios (Romanos 11:20) y permanezcan en su bondad.

Otros Textos Relevantes a Ser Estudiados

“E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. 26En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo”.

Génesis 17.25-26

“Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición, 41yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. 42Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra”.

Levítico 26.40-43

“He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella. 15Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 16Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho”.

Deuteronomio 10.14-17

“Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras”.

Jeremías 4.4

“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. 25He aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso; 26a Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, los que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón”.

Jeremías 9.23-26

“Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 11Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Mateo 8.10-12

“Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 26Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”.

Mateo 15.22-28

“No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes”.

Romanos 9.6-8

“La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios”

(1ra a los Corintios 7.19).

“…porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor”

Gálatas 5.6

“1Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. 2Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. 3Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”.

Filipenses 3.1-3

“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo”.

Colosenses 2.11

“He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado”

Apocalipsis 3.9

“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás”.

Apocalipsis 2.9