Gozo cambiado y gozo perdido

Lo que estamos haciendo en esta serie de mensajes es desplegar la verdad bíblica que hará que la buena noticia de Jesucristo sea comprensible. Nota, no digo que podemos hacer que se comprenda. La Biblia dice, en 1ra a los Corintios 2:14, que "el hombre natural [la persona que no ha sido abierta por el Espíritu Santo] no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente".

Podemos hacer que la verdad sea comprensible, pero no podemos hacer que sea comprendida

En el último análisis no hicimos que cualquiera comprendiera la verdad del evangelio. Es posible estar tan opuesto a una idea en nuestro corazón que se ella convierte en nada más que necedad en nuestra cabeza. Muchos psicólogos de comportamiento han mostrado que todos tenemos la tendencia de no ver lo que no queremos ver. Y así como la voluntad puede dictar selectivamente qué vemos (¡solo lo que queremos ver!), así también la voluntad puede dictar selectivamente qué comprendemos. Si nos oponemos con suficiente fuerza a una idea, nuestra voluntad puede crear una atmósfera intelectual que haga que comprender esa idea sea virtualmente imposible.

Esto implica dos principios para la predicación de la verdad del evangelio.

  1. Implica que la obra del Espíritu Santo es absolutamente esencial. Él puede eliminar la profunda oposición a la verdad y abrir la mente para que analice honestamente ésa verdad.

  2. Ello implica que debemos hacer todo esfuerzo posible para que el evangelio sea comprensible y atractivo. El Espíritu Santo coordina esta obra de convicción con nuestra obra evangelística. Él no abre los corazones de hombres y mujeres donde no haya una verdad comprensible que mirar. Él tiene una obra que hacer en el interior, ablandando el corazón, y nosotros tenemos una obra externa, recomendando una verdad comprensible.

Lo que debemos hacer para que la verdad sea comprensible

Ahora, para hacer comprensible la verdad del evangelio, especialmente en nuestra época y cultura, tenemos que comunicar 1) algo sobre Dios y Sus propósitos, 2) algo sobre los seres humanos y nuestros deberes, y 3) algo sobre el pecado y sus consecuencias. Sin estos elementos, la muerte de Jesús por los pecadores será simplemente incomprensible. Colapsará carente de proporción bíblica, sin el trasfondo de los propósitos de Dios, sin el conocimiento de los deberes del hombre y de la naturaleza y consecuencia del pecado.

Así que hace tres semanas hablamos de la Verdad # 1, y tratamos de mostrar que el propósito supremo de Dios en la creación era mostrar Su gloria. Este es el mayor valor del universo. La semana pasada hablamos de la Verdad # 2, y tratamos de mostrar que el deber de todos los humanos es vivir para la gloria de Dios. Nuestro deber proviene del diseño de Dios.

La semana pasada me esforcé para mostrar que aunque este deber tiene el la fuerza obligatoria de la ley divina, no tiene el propósito de ser una carga o algo opresivo. Para glorificar a Dios se requiere amarle, confiar en Él, agradecerle, y obedecerle. Pero NO es difícil amar a una Persona que es infinitamente digna de amor, no es difícil confiar en una Persona que es infinitamente confiable, ni agradecer a una Persona infinitamente generosa, u obedecer a una Persona infinitamente sabia. Es libertad y plenitud de gozo. Satisface al alma y glorifica el carácter de Dios. Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en él. Él recibe la gloria. Nosotros recibimos el gozo. Así es como se supone que sea.

Pero ahora, hoy, debemos enfrentar una tercera verdad que hace comprensible al evangelio. Ésta es la Verdad # 3: "Todos hemos fracasado en nuestra misión de glorificar a Dios como debiéramos".

Ahora, Jesús dijo en Juan 16:8 que el Espíritu Santo vendría al mundo para convencer al mundo de pecado. Pienso que, en esta mañana, puedo hacer que el pecado sea comprensible. Pero no puedo hacer que los corazones se quebranten a causa del él. Necesitamos orar para que lo que voy a decir de ahora en adelante haga lo que hizo el mensaje de Pedro en Hechos 2:37: "Al oír esto, compungidos de corazón, dijeron. . . ¿qué haremos?".

Todos hemos fracasado en nuestra misión de glorificar a Dios como debiéramos

Romanos 3:23 dice: "por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios". Ante todo note la palabra "todos". No hay excepciones aquí (vea Romanos 3:9-12, 19, Efesios 2:3). Todos estamos incluidos. Predicadores y prostitutas. Billy Graham y Genhis Khan. El presidente Bush y Ted Bundy,. Corrie Ten Boom y Al Capone. La mejor persona y la peor persona en que usted pueda pensar, todos están incluidos aquí. TODOS pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.

Lo segundo que debemos notar es la relación entre el pecado y el fallo en alcanzar la gloria de Dios. El pecado es no alcanzar la gloria de Dios. Esto es muy importante a la hora de compartir el evangelio.

*La profundidad y esencia de nuestra depravación *

Si usted dice al norteamericano promedio (humano, obediente a las leyes, trabajador y esforzado, incrédulo y con una mentalidad ciudadana), que necesita a Jesús porque es una mala persona, él tendrá una docena de argumentos listos y a la mano para demostrarle que no es malo. Señalará su honestidad, sus deberes cívicos, sus niños vestidos y educados, sus contribuciones caritativas, etc.

¿Cuál es el problema aquí? El problema es que falta Dios en la ecuación. No se tiene en cuenta el problema más importante del universo, es decir, la gloria de Dios. Se ignora a la Persona más importante. Necesitamos a Jesús, no porque no hayamos alcanzado la bondad del hombre, sino porque no hemos alcanzado la gloria de Dios. El problema no es cómo hemos tratado al hombre, sino cómo hemos tratado a Dios.

Es por eso que son tan cruciales las Verdades # 1 y # 2. Establecen el fundamento para mostrar cuán terriblemente pecaminosos somos. Dios nos hizo para Su gloria. Es nuestro deber, por tanto, como Sus criaturas, vivir para Su gloria, y amándole, confiando en Él, y agradeciéndole, y obedeciéndole. Pero, ¿qué hemos hecho? \

  • En lugar de glorificar a Dios amándole, le hemos deshonrado mediante la negación o el desdén, y amando más a otras cosas.

  • En lugar de glorificar a Dios confiando en Él, le hemos deshonrado tratando de encontrar seguridad y esperanza en nosotros mismos y en nuestro dinero y nuestra tecnología y nuestras armas, pero no en Dios.

  • En lugar de glorificar a Dios siendo agradecidos por la vida y por el aliento y por todo, le hemos deshonrado al ignorar Su generosidad y tratar a la vida como un derecho y a la felicidad como a algo que merecemos.

  • En lugar de glorificar a Dios obedeciéndole, le hemos deshonrado al desatender o rechazar Su consejo para nuestra sexualidad, y para nuestras finanzas, y para nuestro trabajo, y para nuestras actitudes, y para nuestras políticas, y para casi todo lo demás en nuestras vidas.

El problema entre nosotros y Dios no es si hemos complacido a los hombres, sino que hemos desdeñado absolutamente la dignidad infinita de la gloria de nuestro Hacedor. Y lo hemos hecho. Todos lo hemos hecho.

"No alcanzar la gloria de Dios"

Uno de los pasajes de las Escrituras que lo muestran con claridad es Romanos 1:22-23. Es útil recordar que Romanos 1:23 es una buena explicación de Romanos 3:23. Lo tengo escrito bajo la Verdad # 3. Leamos esa parte.

¿Qué significa "no alcanzan la gloria de Dios"? Significa que ninguno de nosotros hemos confiado como debiéramos en la gloria de Dios. Ninguno de nosotros le ha obedecido como debiera. Hemos confiado en nosotros mismos. Nos hemos alejado de Sus mandamientos. Creímos que conocíamos un camino mejor. En Romanos 1:22-23 dice: "Pues aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias. . . y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen. . . ".

Esto es lo que significa no alcanzar la gloria de Dios, es cambiarla por algo más. Dios nos ofrece la gloria de Su belleza y fortaleza y generosidad y sabiduría para nuestro disfrute, y nosotros fruncimos la nariz y nos enamoramos de las cosas que Él ha hecho. Él se nos ofrece como nuestro Tesoro infinito, y nosotros lo cambiamos por un placer de segunda mano.

*La razón por la que necesitamos un Salvador *

Necesitamos un Salvador, no porque hayamos ofendido las leyes de los hombres, sino porque hemos insultado a Dios. Hemos profanado Su nombre mediante la indiferencia y la desconfianza y la ingratitud y desobediencia.

Cuando el profeta Ezequiel quiso mostrar con claridad la grandeza del pecado de Israel, dijo:

Así dice el Señor Dios: ‘No es por vosotros, casa de Israel, que voy a actuar, sino por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis. ‘Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy el Señor’ (Ezequiel 36:22-23).

Es por esto que necesitamos un Salvador. Ésto es lo que hace que la cruz sea comprensible. La profundidad de nuestro pecado no es que hayamos ofendido las leyes de los hombres, sino que hemos despreciado el honor de Dios y degradado Su dignidad e injuriado Su grandeza, y deshonrado Su nombre, y degradado Su gloria. Y en todo esto hemos cambiado nuestro gozo por un callejón sin salida donde está el juicio.

Lo que nos lleva a la Verdad # 4:

Todos estamos sujetos a la justa condenación de Dios

Hoy, algunos nos encolerizamos ante la idea de que bebés inocentes son descuartizados en el vientre con máquinas de succión y pinzas. Algunos nos indignamos por la violación y asesinato de docenas de jóvenes muchachas. Algunos nos airamos por el apartheid y la discriminación racial. Algunos nos encolerizamos por la destrucción de nuestro medio ambiente. Espero que algunos de ustedes estén en todas esas categorías.

Pero ahora pruébese: ¿Piensa que la degradación de Dios implicada en nuestra desconfianza y desobediencia e ingratitud e indiferencia es un crimen mayor o menor que esos?

*Una ofensa infinitamente condenable *

Un crimen es malvado y censurable en proporción directa a la dignidad asaltada. Así que no hay castigos por matar mosquitos. Sin embargo, si usted mata perros con la misma indiferencia, puede buscarse un problema. Y estará en una situación peor si hace lo mismo con caballos. Y cuando asalta a una persona, su culpa se incrementa en el mismo modo en que la dignidad de una persona es mayor que la dignidad de un animal.

Y así es cuando usted asalta la gloria de Dios. Como Dios es infinitamente mayor, infinitamente más valioso que los seres humanos, un asalto a Su dignidad es perverso y condenable más allá de cualquier medida. Y, por tanto, es justo y correcto que Dios condene a las personas a condenación eterna.

*El horror de la condenación eterna *

Jonathan Edwards dijo: "Esta doctrina es, de hecho, horrible y atroz, sin embargo, proviene de Dios". El Señor mismo es quien recorrió las distancias más grandes para ayudarnos a sentir el horror del infierno. Repetidamente lo llama lugar de fuego. Mateo 5:22: "cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno de fuego”. Mateo 18:9: "es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego". Marcos 9:47-48: "te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga". Al menos cuatro veces dijo que allí habría "el llanto y el crujir de dientes".

Juan dijo, en Apocalipsis 14:11, que el vino de la ira de Dios sería derramado puro en la copa de Su ira, y que el humo del tormento asciende por los siglos de los siglos; y que los castigados allí no tendrán reposo, ni de día, ni de noche. Pablo dijo, en 2da a los Tesalonicenses 1:9 que los que rechazan el evangelio "sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder".

Todos hemos sido creados para la gloria de Dios. Nuestro deber es vivir para la gloria de Dios. Todos hemos cambiado Su gloria por la hierba que se marchita. Y todos pudiéramos ser excluidos de esa gloria, si no fuera por Jesús, quien vino al mundo para vindicar la gloria de Dios y salvar a los pecadores. De éso hablaremos la próxima semana.

Una urgente apelación al terminar

Pero la gloria de Dios y el amor de Cristo y el anhelo de nuestro corazón me compelen a terminar este servicio con una apelación urgente. Si usted no está confiando en Jesucristo para el perdón de pecados y para el cumplimiento de todas Sus promesas, entonces la ira de Dios permanece en usted en esta mañana (Juan 3:36). Pero no tiene que dejar este salón bajo esa condenación.

La Biblia dice que Jesús "nos libra de la ira venidera" (1ra a los Tesalonicenses 1:10). Dice: "Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1). Dice: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36). "[Dios es Señor] abundando en riquezas para todos los que le invocan; porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo" (Romanos 10:12-13). "Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados" (Hechos 3:19). "Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa" (Hechos 16:31). "Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vid" (Apocalipsis 22:17).

Le invito que lo haga ahora mismo mientras nos inclinamos en silencio, e invito a todos los creyentes a que oren y reafirmen su fidelidad a Cristo.