Ricos para con Dios

Lucas 12:13-21

Uno de la multitud le dijo: Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo. Pero El le dijo: ¡Hombre! ¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre vosotros? Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes. También les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. Y pensaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?” Entonces dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. “Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete.” Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?” Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios.

Jesús y los apóstoles consideraban que el dinero era peligroso y útil. Y nos enseñaron cómo minimizar el daño y maximizar su utilidad. Y éso es lo que espero hacer hoy. Me gustaría evitarles las tragedias que el dinero puede traer, y me gustaría maximizar el gozo de ustedes en la manera en que hacen que el dinero sea útil.

El dinero representa un valor

Permítanme aclarar, ahora, que el dinero en sí es solo piezas de metal y piezas de papel. Y nos preocupa porque en nuestra cultura hemos establecido que esas piezas de metal y papel funcionen como moneda de cambio. Ellas representan un valor. Así que el dinero es importante para nosotros, simplemente porque lo cambiamos por lo que valoramos. Lo que usted hace con su dinero muestra lo que usted valora con su corazón.

Valoramos la vida y el sabor, así que damos dinero por comida. Valoramos la educación, y por eso damos dinero para libros e instrucción. Valoramos el entretenimiento (probablemente demasiado), y por eso damos dinero para Netflix y juegos con pelota y conciertos. Valoramos los ministerios de la iglesia y el avance del evangelio, y por ello damos dinero a la iglesia y a otros ministerios.

Jesús dijo aquí, en Lucas 12:34: "donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón". El movimiento de nuestro dinero expresa el movimiento de nuestro corazón. Donde vaya nuestro dinero, hacia allá va nuestro corazón. Usted cambia dinero por lo que valora, por lo que atesora.

Así que cuando digo que el dinero es peligroso y útil, lo que quiero decir es que las piezas de metal y papel que usted tiene en su bolsillo, o bolso, tienen la capacidad de mostrar que usted valora las cosas más que a Dios (lo que es peligroso), o que usted valora a Dios más que a las cosas (lo que es útil). El papel es nada, pero su expresión de los tesoros de nuestro corazón lo es todo.

La convicción de este mensaje

La convicción detrás de este mensaje es, por tanto, triple: 1) que donde un pueblo (estoy pensando en ustedes ahora, en esta iglesia) atesora a Dios por encima de todo lo que el dinero puede comprar; y 2) donde un pueblo comprende la enseñanza bíblica de que el movimiento de nuestro dinero expresa el movimiento de nuestro corazón; y 3) donde un pueblo comprende que la iglesia local es esencial para la obra de Dios en el mundo, ese pueblo, esa iglesia, hará lo que sea para la misión de misericordia de Dios y de evangelización, y para edificar el cuerpo de Cristo, y todo eso mientras cada miembro y familia son atendidos.

Así que mi trabajo, cada semana, es señalarles el supremo valor de Dios en Cristo, y revelar cómo el corazón se mueve con su dinero, y enfatizar la belleza de esta iglesia local en nuestras vidas.

Mi enfoque hoy será dar una exposición de este texto, Lucas 12:13-21, y una aplicación más amplia utilizando mi propia experiencia como testimonio de la fidelidad de Dios.

Confrontados con una decisión

Alguien se acercó a Jesús y dijo (versículo 13): "Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo". Ahora, Jesús es confrontado con una decisión, de la misma forma en que los pastores somos confrontados de vez en cuando. ¿Se involucrará en las pequeñeces de la disputa por la herencia? ¿O no? Hace unas pocas semanas solamente, fui arrastrado a una disputa similar. Encontré muy instructiva la perspectiva de Jesús aquí.

Él dijo (versículo 14): "¡Hombre! ¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre vosotros? En otras palabras, mi llamado es diferente al que me estas pidiendo. Sí tengo algunas cosas importantes que decirte, pero no soy quien deba ser arrastrado por los detalles de esta disputa. Y entonces hace una advertencia sobre cuán peligrosa es esta herencia. Dice (en el versículo 15): "Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes”.

Él ve a un hombre perdiendo su parte en su porción de la herencia. Y ve en él alguna evidencia de que el peligro herencia le está engañando. Es por eso que, en Mateo 13:22, se refiere al "engaño de las riquezas". Esta herencia estaba engañando al hombre. Es por eso que el dinero es tan peligroso. Nos miente. Trata de engañarnos. ¿Qué estaba diciendo?

Cómo engaña el dinero

Estaba diciendo: "Si me pierdes, perderás gran parte de tu vida. Si me pierdes, perderás lo que la vida puede ser para ti. Yo soy tu vida. ¿Te percatas de cuán grande soy? Si me tienes, la vida sera en verdad vida". Eso es lo que la herencia estaba diciendo.

Y Pablo sabía que eso es lo que la riqueza dice, y por esa razón dijo a los ricos en 1ra de Timoteo 6:18-19: "sean ricos en buenas obras. . . prontos a compartir. . . para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida”. En otras palabras, no sean engañados por el mensaje del dinero que les arrulla con las palabras: "Yo te doy vida. Tu vida será monótona y aburrida y vacía e insignificante e infeliz sin mí. Yo soy tu vida".

Y a esto dijo Jesús en el versículo 15b: "su vida no consiste en sus bienes". En otras palabras, el mensaje es mentira. No lo escuchen. "Estad atentos y guardaos". Esta mentira despertará la codicia, y la codicia es idolatría (Colosenses 3:5), y por ello el peligro aquí es inmenso. Esta herencia no solo no es su vida. También está a punto de tomar su vida.

Es exactamente lo que Pablo dijo sobre el peligro del dinero en 1ra a Timoteo 6:9: "Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición". ¡Cuidado! ¡Guárdese! Esta herencia está a punto de matarle. Es más o menos lo que dije en la disputa hace unas semanas: El problema aquí no es principalmente si usted obtiene su parte con justicia, sino si el quererla demasiado le destruirá.

Lo que es, realmente, la vida

¡Oh cuán vulnerable es el corazón humano caído, el mío lo es, a sentir que tener muchas cosas es igual a estar verdaderamente vivo! Y Jesús es apremiante y apasionado (versículo 15): Tu vida no consiste en tener muchas cosas. La vida consiste en conocer a Dios. Juan 17:3: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. La vida no es tener cosas. La vida es conocer a Dios. Ahora Jesús llega a ese punto.

Así que Jesús les dice una parábola. No solo es para el hombre que hizo la pregunta, sino para todos nosotros. Todos estamos escuchándolo. Así lo dice en el versículo 16: "les refirió una parábola, diciendo:

La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. Y pensaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?” Entonces dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?” Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios.

No es malo cuando nuestra tierra ha "producido mucho" (versículo 16). No es malo cuando nuestro negocio prospera. No es malo recibir una promoción y con ello un aumento de sueldo. No es malo cuando nuestras inversiones crecen en su valor. Eso no es lo malo en esta parábola. Él no es llamado necio por ser un granjero productivo. Dios conoce que este mundo caído necesita granjeros productivos y hombres de negocios prósperos.

Literalmente: un necio maldito

¿Por qué, entonces, es llamado necio? Esa es la pregunta en esta parábola. Él no solo es llamado necio, sino un necio que pierde su alma. Versículo 20: "Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma”. Él era, literal y trágicamente, un "necio maldito". ¿Por qué?

Así es como yo lo explicaría: Por la forma en que usó el incremento de sus riquezas no daba señal de ser rico para con Dios. Continuaba edificando graneros cada vez más grandes. Ello pudiera ser correcto - si usted está usando el grano para un uso que muestra que Dios es su Tesoro. Pero, ¿qué dice el granjero? Versículo 19: "Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete”. El uso que planea para su riqueza dice algo: "Mi tesoro es el descanso, es comer, es beber, y es divertirse". Esa es mi vida. Y las riquezas en mis graneros lo hacen posible.

¿Qué hay de malo en eso? Nada,* si no existiera un Dios infinitamente valioso ni resurrección.* Es por esto que Pablo dijo, en 1ra a los Corintios 15:32: "Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Pero existe un Dios, y hay una resurrección. Por tanto, lo incorrecto en la forma en que el hombre maneja sus riquezas es que él no las usa de un modo que muestre que atesora a Dios más que a las riquezas.

Ricos para con Dios

Este es el versículo clave y concluyente que muestra con más claridad la idea (versículo 21): "Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios". La frase "rico para con Dios", es inusual. ¿Qué significa ser "rico para con Dios"? El significado es claro partiendo del contraste: es lo opuesto a amontonar tesoros para uno mismo. Ser ricos para con Dios es lo opuesto a tratarse a uno mismo como si hubiera sido creado para las cosas y no para Dios. Ser ricos para con Dios es lo opuesto a actuar como si la vida consistiera en la abundancia de las posesiones y no en la abundancia de conocer a Dios.

Ser rico para con Dios, por tanto, es que el corazón sea atraído a Dios como nuestra riqueza. "Rico para con Dios" significa acercarnos a Dios como nuestra riqueza. "Rico para con Dios" significa tener a Dios como la mayor riqueza, mayor que todo en la Tierra". "Rico para con Dios" significa usar las riquezas terrenales para mostrar cuánto usted valora a Dios. Esto es lo que el próspero granjero no hizo. Y el resultado es que fue un necio y perdió su alma. Es lo que quise expresar cuando dije: Jesús considera peligroso al dinero. Nos seduce lejos del amor de Dios. Nos seduce para no atesorar a Dios.

Nuevamente, el problema no es que los campos del hombre prosperaran. El problema es que Dios dejó de ser su tesoro supremo. Si Dios hubiera sido su tesoro, ¿qué hubiera sido diferente? En lugar de decir: "Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete", él hubiera dicho algo como esto:

Dios, todo esto es tuyo. Tú hiciste que estos campos prosperaran. Muéstrame cómo expresar con mis riquezas que Tú eres mi Tesoro, y que las riquezas no lo son. Ya tengo suficiente. No necesito una malla de protección más grande o mejor. No necesito mejor comida, mejor bebida, y mejores fiestas. Sí, de hecho, necesito divertirme, pero no en fiestas auto-indulgentes con personas ricas y retiradas. Quiero divertirme con personas que hayan sido ayudadas por mi generosidad. Quiero la mayor bendición de dar. Porque tú me has enseñado, Señor, que "más bienaventurado es dar que recibir" (Hechos 20:35).

Aplicaciones arriesgadas

Esa es mi exposición. Ahora, aquí hay alguna aplicación. Y voy a correr el riesgo que corrió muchas veces Pablo en sus cartas y daré mi propio testimonio con relación a mi administración del dinero, o debiera decir, la administración de Noël y mía del dinero, porque lo mío es suyo. Pablo dijo, por ejemplo, a los ancianos en Hechos 20:33-35:

Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. Vosotros sabéis que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo. En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir.”

Es arriesgado hablar de uno mismo (Mateo 6:2-4), pero escúchenme como pastor de ustedes, como un padre. Estoy testificando, no ordenando. Estoy tratando de inspirarles con la fidelidad de Dios, no estoy forzándoles con demandas. Estoy tomando mi modelo de 2da a los Corintios 9:7: "Que cada uno décomo propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre”. No por obligación. Quiero usted sea una persona radical, generosa ("rico para con Dios"), porque Dios es su Tesoro, no porque él ordenó que usted diezmara. Así que Pablo trató de inspirar a los corintios con el ejemplo de los macedonios en 2da a los Corintios 8:1-7, y con su propio ejemplo en 1ra a los Corintios 9.

Cinco maneras de guardarse y maximizar

Así que aquí hay cinco formas que uso para guardarme contra el peligro y para maximizar la utilidad del dinero. Espero que les inspiren a encontrar su propio modo de hacerlo.

*1. Estudio para ver y disfrutar el valor supremo de Jesús por encima de todas las cosas terrenales. *

Esto significa que leo mi Biblia diariamente con este propósito, de modo que pueda decir con Pablo en Filipenses 3:8: "yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en El". Diariamente estoy en una búsqueda para verle de esta forma.

2. Oro para que esto me libere del amor al dinero.

"Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta" (Salmo 119:36). "Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días" (Salmo 90:14). Expón el engaño de las riquezas, oh Señor, revelando tu valor supremo.

3. Confío en las promesas de Dios para satisfacer cada necesidad (para mi familia y para la iglesia)

"Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19). "Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra" (2da a los Corintios 9:8). "Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". (Mateo 6:33). Mi alma descansa en estas promesas.

4. Aparto electrónica y regularmente nuestra ofrenda a la iglesia, y luego añado ofrendas espontáneas en los servicios de adoración.

Tomo esta iniciativa de la enseñanza de Pablo de que las ofrendas deben ser regulares y libres, disciplinadas y espontáneas. Por ejemplo, en 1ra a los Corintios 16:2 dice: "Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas”.

Esto nos lleva hacia la sabiduría de una ofrenda planificada, regular, disciplinada. La ofrenda esporádica, sin planificarse, significa que usted no está tratando la ofrenda como una parte integral de su vida de adoración. Así que para asegurar la parte disciplinada de nuestra ofrenda me conecto a Internet y le digo a la página de ofrendas* BBC* que tome la cantidad de mi cuenta de cheques cada día de pago por cheque.

Y como queremos mostrar con claridad y enseñar a nuestros niños y recordarnos a nosotros mismos que las ofrendas son un aspecto esencial de la adoración de nuestro corazón siempre la tenemos como parte integral de nuestros cultos. Ese es el significado de ese momento en la adoración: "Te atesoramos, oh Dios, en este mismo culto, valorándote por encima del dinero que estamos entregando. Preferimos el gozo que recibimos al ver tu misión avanzar". Eso es lo que decimos con nuestra ofrenda en adoración cada fin de semana.

Cuando nos unimos en Bethlehem, hacemos un pacto junto a 3151 de ustedes para "contribuir alegre y regularmente al apoyo del ministerio y los gastos de la iglesia".

Muchos de ustedes no crecieron en hogares donde tuvieran alguna enseñanza o modelo sobre cómo ofrendar a su iglesia. Por tanto, considérenme su padre en este servicio. Les amo y quiero su gozo más pleno. La principal razón para las asignaciones a los hijos tan pronto como pueden contar es enseñarles que las ofrendas regulares, disciplinadas, proporcionadas, a la iglesia son normales para la cristiandad.

Y si usted pregunta "¿Cuánto?", mi respuesta comienza con el modelo del Antiguo Testamento y edifica sobre él: según Dios le prospere. Me es difícil imaginar a los hijos de Dios, después de las glorias de la cruz, dar menos que los santos del Antiguo Testamento.

5. Finalmente, levanto protecciones contra los graneros más grandes y convierto la prosperidad de mis campos en bendiciones para otros.

Tres modos: Primero, rindo los derechos de autor y todas las ganancias porcentuales de todos mis libros a la Fundación Desiring God que mantiene cerca de diez mil dólares en el banco y da el resto a Desiring God, y a Bethlehem lo demás. No tengo acceso legal a este dinero.

Segundo, rindo todos mis honorarios a Desiring God y a Bethlehem De este modo limito mi entrada a lo que la iglesia me paga.

Y, tercero, cada año Noël y yo, como práctica regular, incrementamos no solo la cantidad que damos a Bethlehem, de nuestro salario, sino su porcentaje. Si usted no pone algo como esto en su lugar, usted, cada vez más, llamara necesidades a las cosas que en parte solo quiere.

La razón para estas tres limitaciones en nuestra entrada nos lleva de vuelta al comienzo del sermón. Jesús y los apóstoles consideraban que el dinero era peligroso y útil. Es peligroso y por tanto le animo a poner límites en la cantidad que guarda para sí mismo, no en cuánto usted hace, sino en cuánto usted retiene. Y es útil, lo que significa que usted recibe un gozo increíble al dar más y más para las causas que ama.

Dios como nuestra riqueza

Y para que no haya malentendido alguno, si usted es un hombre de negocio, y convierte un negocio de $200 000 en un negocio de 200 000 000, no al incrementar su estilo de vida, sino al invertir bienes para la creación de empleos y la expansión de bienes y servicios dignos, usted ha hecho bien esta parte. El problema no es que prosperaran los campos del hombre El problema era: ¿Qué hizo con éso?

Quiera el Señor concedernos todo el gozo- el gozo alegre e inalterado, de encontrar nuestra vida no en los bienes, sino en la abundancia de todo en Dios, y en el cumplimiento de los compromisos de nuestro pacto, y en mostrar al mundo lo que significa tener a Dios como nuestra riqueza. Amén.