El gozoso deber el hombre

*1ra a los Corintios 10:31 *

Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Hace dos semanas comenzamos una serie de mensajes para explicar el fundamento bíblico del nuevo folleto llamado "La búsqueda del gozo". Hemos preparado este folleto porque el evangelio es una noticia maravillosamente buena. ¡Es maravilloso conocerlo y creerlo! El evangelio está diseñado para todos. Todos lo necesitan, sea que lo conozcan o no. Y si usted se preocupa por las personas, querrá contarles esta buena noticia.

Crecimiento espontáneo a partir de una profunda comprensión

Nuestra esperanza es que el folleto y los sermones le darán una comprensión más firme de la verdad bíblica, y un modo posible de aclararla para otros. De ninguna manera este es el único modo de compartir el evangelio. La verdad de Dios debe hacerse clara a las personas en mil actos de amor y en palabras que se acomoden a cientos de ocasiones diferentes. Pero muchos hemos aprendido que la espontaneidad confiada, con los incrédulos, crece a partir de las raíces profundas del entendimiento.

El artista de retratos más creativo es el que ha trabajado para dominar el dibujo de una barbilla y una nariz y un oído. Cuando lo básico pasa a ser una segunda naturaleza, entonces comienza la verdadera creatividad. Así es en el evangelismo. De modo que, por favor, no piense que queremos que repita exactamente lo que hay aquí. Queremos que lo comprenda a profundidad. Queremos que se vuelva una segunda naturaleza en su modo de ver la vida. Y, entonces, queremos que hable la buena noticia en amor, y si le ayuda usar el folleto, hágalo.

Cuando abre completamente el folleto, ve seis verdades bíblicas declaradas con letras negritas. Cada versículo bíblico está citado debajo, y luego un pequeño párrafo de explicación. Las seis verdades están en un orden muy definido, de modo que cada una necesita a las anteriores para tener sentido.

Hace dos semanas nos enfocamos en la Verdad # 1 "Dios nos creó para Su gloria", basada en Isaías 43:7. En otras palabras, si vamos a hacer que el evangelio sea comprensible, entonces las personas necesitan saber algo sobre el poder de Dios (Él es Creador), algo sobre la grandeza de Dios (Él es glorioso, estupendo, sorprendente, perfecto en todo sentido), y algo sobre el propósito de Dios (Él quiere que Su gloria sea conocida y admirada). Así que comenzamos diciendo: "Dios nos creó para Su gloria".

¿Por qué es importante comenzar con la gloria de Dios?

Permítanme resumir por qué es tan importante comenzar aquí.

1. La centralidad de Dios

Dios es la realidad central del universo. La Biblia dice que "de El, por El y para El son todas las cosas. A El sea la gloria para siempre" (Romanos 11:36). Dice que todas las cosas existen por Él y para Él (Hebreos 2:10). El hombre no es el centro de todas las cosas. Dios lo es. Si la verdad no está, al menos, en la mesa de debate, entonces el resto del mensaje del evangelio será deformado para acomodarse a nuestro propio ego-centrismo.

2. Romanos 3:23

Cuando lleguemos, la próxima semana, al tercer punto del evangelio, Romanos 3:23 carecerá de sentido a menos que hayamos comenzado aquí, con el propósito de Dios de ser glorificado. Romanos 3:23 dice: "por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios". Ahora, ¿qué significaría no alcanzar la gloria de Dios y por qué sería un problema a menos que usted haya mostrado que Dios nos hizo para glorificarle, y que hemos fallado en el mismo destino para el que fuimos creados? En otras palabras, la esencia del pecado no puede ser comprendida a menos que usted comience con Dios y Su gloria. Es por esto que las personas no experimentan la contrición que antes sentían. El pecado es visto como lo que nos hace miserables, no como lo que ofende la gloria de Dios. Nuestra perspectiva del pecado es, hoy, básicamente psicológica, no teológica. (Más sobre esto en la próxima semana). Para conocer qué es el pecado, debemos comenzar con Dios y Su gran propósito.

3. La justicia del Teo-centrismo de Dios

Es crucial que mostremos que es correcto que Dios esté centrado en Sí mismo, y no centrado en el hombre. Muchas personas son felices dejando que Dios exista si es que Dios hace que el hombre sea el valor más elevado del universo. Pero es esencial decir que Dios es el Ser más valioso del universo. Nosotros ocupamos un lugar bastante secundario. Y como Dios es el valor supremo del universo, solo es correcto y adecuado que Él sea honesto en ese sentido; que nos lo diga, y que para nuestro propio bien busque nuestro amor y admiración.

Algunas veces las personas preguntan, ¿por qué es correcto que Dios busque Su gloria, pero incorrecto que nosotros busquemos nuestra gloria? ¿Por qué seríamos nosotros vanos, y Dios justo? La respuesta es que la justicia de Dios y nuestra justicia son exactamente la misma, Dios es justo al estimar más lo que es más valioso en el universo, es decir, Dios. Y nosotros somos justos al estimar más lo que es más valioso en el universo, es decir, Dios. No hay inconsistencia aquí.

Justicia significa tener una respuesta correcta a lo que es infinitamente glorioso y perfecto. Y éso es Dios. Para ser justos, debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y alma y mente y fuerza. Para que Dios sea justo, Él también tiene que amarse A SÍ MISMO con todo Su corazón y alma y mente y fuerza. De otro modo sería un idólatra. Estaría dando devoción suprema a algo que no tiene un valor supremo.

En la próxima semana veremos que la raíz del problema de nuestra naturaleza humana es que no queremos que Dios sea Dios. Queremos ser Dios. Y un elemento de evidencia obvio es que la visión bíblica del Teo-centrismo es muy poco común, pero es muy común la visión anti-bíblica del egocentrismo humano de Dios. Por tanto, repito, es esencial que establezcamos la verdad sobre la mesa, la verdad de que Dios nos creó para SU gloria y que ésto fue algo razonable y correcto que Dios hizo.

*4. Nuestro propósito para existir *

Es útil comenzar con el propósito de Dios en la creación, porque nos dice por qué estamos en la Tierra; y el sentido común dice que si usted sabe para qué fue hecho algo, entonces podrá obtener más de ello. Éso es verdadero para su vida. Si usted sabe que una cortadora de césped está hecha para cortar césped y no como ventilador de una ventana, su vida será más feliz. Y si sabe que fue creado para la gloria de Dios, hará un mejor uso de su vida y será más feliz.

Ésto nos lleva a la Verdad # 2.

Cada ser humano debiera vivir para la gloria de Dios

Por supuesto, la Verdad # 1 y Verdad # 2 están muy estrechamente interconectadas. Pero no son lo mismo. La Verdad # 1 comienza con Dios y describe su diseño supremo al crearnos. La Verdad # 2 pasa del diseño de Dios hacia nuestro deber. Leamos el texto y el párrafo de explicación.

Apelando a las Escrituras y a la razón

"Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1ra a los Corintios 10:31)

Si Dios nos hizo para Su gloria, es evidente que debiéramos vivir para Su gloria. Nuestro deber proviene de Su diseño. ¿Qué significa glorificar a Dios? Significa que le amamos (Mateo 22:37), que confiamos en Él (Romanos 4:20), que estamos agradecidos con Él (Salmo 50:23), y que le obedecemos (Mateo 5:16).

Ahora, en este punto quizá usted apele a las Escrituras (los versículos están listados), o a la razón (el sentido común), dependiendo de cuántas cosas en común tiene con alguien.

¿Y si alguien rechaza la Verdad # 1?

Permítanme animarles a no estancarse con cualquiera de estas verdades si alguien rechaza la verdad. No piense que la única manera en que una persona puede ser persuadida de la verdad del cristianismo es llevándola lógicamente de premisa en premisa. No es así como funcionan la mayoría de las personas.

Suponga que una persona dice, después que usted compartió la Verdad # 1 "No me lo creo. Ni siquiera creo que haya un Dios. Y la teoría de la evolución hace que carezca de sentido toda ésa plática sobre el diseño divino y los propósitos divinos". ¿Qué haría usted? ¿Debiera rendirse porque ni siquiera puede hacer que esa persona esté de acuerdo con la primera verdad fundamental?

¡NO! Debiera hacer algo como esto: "ESTÁ BIEN, comprendo que usted no está de acuerdo con esta primera verdad. Pero, ¿me escucharía por un momento y me permitiría tratar de mostrarle una imagen más amplia, de modo que pueda basar su juicio en la manera en que todo esto pudiera encajar?" Entonces, usted va hacia las verdades # 2 y # 3, y siguientes.

La razón para esto es que la mayoría no aceptamos una idea o causa porque ya hemos clasificado todas sus premisas, y hemos demostrado que todas son lógicas, desde la más básica hasta la última. La mayoría aceptamos una idea o una causa (¡o una persona!) porque toda ella, o una parte importante de ella, hace que se enciendan las luces para nosotros. La idea produce la luz de una revelación interior. Resuena con elementos que ya conocemos. Da sentido a las cosas que habían sido confusas o problemáticas.

En otras palabras, si usted puede hacer que una persona reciba la imagen general (todas las seis verdades en su mente), quizá alguna de las otras cinco verdades producirá el efecto deseado con tal fuerza que esa persona reconsiderará su rechazo a la primera. O, quizás suceda que, después (algunas veces mucho después), una experiencia devastadora le abra la mente a esa persona a fin de reconsiderar la verdad de estas cosas. Si usted le ha dado la imagen general, el Espíritu Santo puede entonces aplicar cualquier parte de ella a la necesidad que tiene. Y si conserva una copia, mejor todavía. Nunca piense que ha hablado en vano la verdad de Dios. No sale en vano.

Así que usted continúa para explicar la Verdad # 2. Éste es un modo de explicarla.

El mandato de Dios de glorificarle y el amor de Dios

La Verdad # 1 dijo que Dios nos hizo para reflejar, o mostrar, o manifestar Su gloria. Se supone que seamos como espejos bien pulidos que reflejen al mundo la verdad de Dios. O como prismas que toman los rayos de la grandeza de Dios y los descomponen en muchos colores variados, para que el mundo los vea en nuestras acciones y palabras (Efesios 3:10; Mateo 5:16).

Así que a esto es a lo que cada hombre y mujer y niño debiera dedicar su vida. Es por eso que vivimos. Ése es nuestro deber. O, usted pudiera decir, ésa es la ley de Dios.

Pero para algunas personas (para la mayoría de las personas), las palabras "deber" y "ley" no son palabras felices. Tienden a sonar opresivas y gravosas. Así que, entonces, no suena a que Dios sea muy amoroso. No suena a que Él tenga nuestro mejor interés en Su corazón. Quizá está tan interesado en Su gloria que realmente no contamos sino como esclavos para trabajar para Él.

Ése tipo de objeción debe ser satisfecha. Y no es difícil de satisfacer. Usted la satisface haciendo esta pregunta: Si Dios es perfecto, completo, todo-suficiente, infinitamente grandioso y glorioso, y no nos creó para satisfacer Sus necesidades, porque no tiene necesidad alguna, entonces, ¿cómo glorificaría usted a un Dios semejante?

No trabajando para Él como un esclavo. Ello daría la impresión de que Él es débil o deficiente. No acobardándonos en incertidumbre bajo Su poder. Ello daría la impresión de que Él es inestable, o caprichoso, o cruel.

¿Cómo glorifica usted a un Dios todo-glorioso?

¿Cómo traería usted gloria a un Dios todo-suficiente, perfecto, infinitamente bello, infinitamente sabio, infinitamente poderoso, sobreabundante? Aquí usted puede usar los textos en el folleto, o usar ilustraciones de la vida ordinaria.

Por ejemplo, si quiere glorificar a una pintura hermosa, entonces no siente la presión de trabajar para mejorarla. Simplemente la disfruta. La ama. Habla emocionado sobre ella a sus amigos. O, si alguien hace una cena maravillosa y la sirve ante usted, ¿cómo glorifica la excelencia de esa comida? No lo hace vistiendo un delantal y yendo a la cocina para hacer unos cuantos platos más o para añadir unos pocos condimentos. No, usted glorifica una cena perfecta comiendo mucho y contentándose y diciendo: ahhhh. En otras palabras, si nuestro deber es glorificar algo infinitamente hermoso y maravilloso, ese deber no es algo gravoso. Es un placer. De hecho, cuando toma placer de ello, demuestra que es un tesoro.

O, suponga que su deber es glorificar la fortaleza de una nueva aleación de metal que sostiene un puente. ¿Cómo glorificará la fortaleza del metal? No lo haría esforzándose para proveer apoyos extras, sino atravesándolo en su carro con toda su familia, y confiando en el puente con su vida, mientras maneja apaciblemente sin ansiedad. Usted glorifica la fortaleza al confiar en ella, no al esforzarse para suplementarla. Así que el deber de glorificar un poder no es gravoso. Es un placer apacible.

O, suponga que su deber es glorificar la generosidad de alguien. Suponga que alguien era tan rico y generoso que simplemente se derramó en amor y generosidad y gracia y bondad con usted. ¿Cómo glorificaría esa calidad? No al tratar de devolverle el favor. Ello convertiría su bondad en un acuerdo de negocios. Trataría al regalo gratuito como a una transacción. Donde las dan las toman. Ello no glorificaría la dignidad de esa generosidad. No, el modo de glorificar su generosidad y bondad es ser pródigo y genuino en su gratitud y agradecimiento. Y éso no es gravoso. Si usted recibe un regalo de un billón de dólares, usted no se queja ante el deber de sentirse agradecido. Es un placer y no una adversidad.

Finalmente, suponga que su deber es glorificar la sabiduría de alguien. Digamos la sabiduría de su entrenador (si está en algún equipo), o su consejero (si está en algún tipo de terapia). La respuesta es que usted no glorifica su sabiduría al tratar vigorosamente de ayudarlos a descubrir la sabiduría de algún problema. Usted glorificaría su sabiduría al hacer lo que ellos dicen. Si quiere mostrar que su entrenador es realmente sabio, corre y hace sus ejercicios sin dudar o quejarse. Si quiere glorificar la sabiduría de su consejero, hace sus tareas sin dudar o quejarse. En otras palabras, la obediencia de corazón alegre, glorifica a una gran sabiduría. Y ésto no es gravoso (1ra de Juan 5:3).

Dios es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en él

¿Ve ahora qué significa todo esto? Significa que Dios es amor. Significa que cuando nos creó para Su gloria, también nos creó para nuestro gozo. ¿Cómo así? Porque Él busca ser glorificado en nosotros al hacernos satisfechos en Él. La buena noticia del cristianismo es que Dios es el tipo de Dios que es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en Él.

Al compartir la verdad del cristianismo, la Verdad # 1 es que Dios nos creó para SU gloria. La Verdad # 2 es que éste es, por tanto, el deber de cada hombre y mujer y niño: vivir para la gloria de Dios. Y lo maravilloso es que éste deber no es gravoso. Es libertad y gozo. Usted glorifica la belleza y excelencia de Dios al amarlo y deleitarse en Él. Glorifica el poder de Dios al confiar en Él en todas las situaciones difíciles y amenazadoras en su vida. Glorifica la dadivosidad y generosidad y bondad y gracia de Dios al sobreabundar con gratitud. Y glorifica la sabiduría de Dios al obedecer Su consejo. Y todos saben que ésto no es gravoso. No es una ley pesada. Esto es amor.

Dios es un Dios de amor infinito porque desea compartir todo lo que es con nosotros, para nuestro disfrute y para Su gloria.

Este fue el maravilloso comienzo de la verdad cristiana. Y entonces algo ocurrió. En la próxima semana veremos las verdades # 3 y # 4: "Gozo cambiado" y "gozo perdido".