¿Qué es el bautismo y cuán importante es?

Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. 9 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El, 10 y habéis sido hechos completos en El, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad; 11 en El también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo; 12 habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con El por la fe en la acción del poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos. 13 Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con El, habiéndonos perdonado todos los delitos, 14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. 15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El.

En nuestra serie de mensajes en tres partes sobre el bautismo y la membresía de la iglesia, la semana pasada nos enfocamos en el significado e importancia de la membresía eclesiástica. Y hoy nos enfocamos en el significado e importancia del bautismo. La nota que inmediatamente quiero enfatizar, el tono y verdad que quiero establecer en el primer y más importante lugar, es que el bautismo obtiene su significado e importancia de la muerte de Jesucristo, el Hijo de Dios, en nuestro lugar por nuestros pecados, y de este triunfo sobre la muerte en la resurrección que garantiza nuestra nueva y eterna vida. El bautismo tiene significado e importancia solo porque la muerte y resurrección de Jesús son infinitamente importantes para nosotros por nuestro rescate de la ira de Dios y nuestro gozo eterno en su gloriosa presencia. Esa es la nota que primeramente debemos enfatizar.

No estamos hablando fundamentalmente acerca de un ritual religioso. No estamos hablando fundamentalmente acerca de la tradición eclesiástica. Estamos hablando fundamentalmente acerca de Jesucristo y su magnífica obra de salvación al morir por nuestros pecados y resucitar para nuestra justificación. Hablar acerca del bautismo significa hablar acerca de cómo Jesús nos enseñó a expresar nuestra fe en él y su gran salvación. Así que no tengo pequeños pensamientos mientras comenzamos. Tengo grandes pensamientos. Grandes pensamientos acerca de una gran realidad: Jesucristo, el Hijo de Dios, crucificado para llevar los pecados de millones y resucitado para darles vida eterna en los cielos nuevos y la nueva tierra.

Lo que Creemos Acerca del Bautismo

Para responder a la pregunta: ¿Qué es el Bautismo y cuán Importante es?, leamos nuevamente lo que afirman gozosamente los ancianos de Bethlehem en La Declaración de Fe de los Ancianos de la Iglesia Bautista Bethlehem [Bethlehem Baptist Church Elder Affirmation of Faith (Sección 12.3, PDF)], y luego miremos algunos de sus fundamentos bíblicos:

Creemos que el bautismo es una ordenanza del Señor por la cuál aquellos que se han arrepentido y vienen a la fe, expresan su unión con Cristo en su muerte y resurrección, al ser sumergidos en agua en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Es una señal de pertenencia al nuevo pueblo de Dios, el verdadero Israel, y un emblema de sepultura y lavamiento, representando la muerte a la vieja vida de incredulidad, y la purificación de la contaminación del pecado.

Tomemos cinco partes de esta afirmación y veamos sus fundamentos bíblicos.

1) El Bautismo es una Ordenanza del Señor

Primero: “Creemos que el bautismo es una ordenanza del Señor…”, lo que queremos decir es que el Señor Jesús la ordenó, de forma que se convirtiera en una práctica continua de la iglesia. Lo encontramos más explícitamente en Mateo 28:19-20: “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado”.

El verbo principal es “haced discípulos”: habiendo ido, “haced discípulos de todas las naciones”. Los participios que definen aquí son “bautizándolos” y “enseñándoles”. Así que a la iglesia se le ordena hacer esto por todos los discípulos. Hacer discípulos a todas las naciones incluye bautizarlos.

Y el período de tiempo es definido por la promesa de ayuda por parte de Cristo en el versículo 20: “y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. La promesa durará tanto como el mundo. Así que la ordenanza que nos va ayudar a obedecer durará tanto como el mundo. Por tanto, el bautismo es un mandamiento, y una ordenanza del Señor Jesús, a realizarse haciendo discípulos hasta que Cristo regrese en el fin del mundo.

2) El Bautismo Expresa Unión con Cristo

Segundo, en el bautismo “expresan su unión con Cristo en su muerte y resurrección”. La enseñanza más clara en este aspecto está en Romanos 6:3-4:

¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.

En un contexto más amplio de Romanos, creo que sería un error decir que el bautismo en agua es el medio por el cual somos unidos a Cristo. En Romanos, la fe es el medio por el cual somos unidos a Cristo, y justificados. Pero mostramos esta fe, decimos esta fe y representamos esta fe y simbolizamos esta fe, con el acto del bautismo. La fe une a Cristo, el bautismo simboliza la unión.

Una analogía sería decir: “con este anillo los desposo”. Cuando decimos que no queremos decir que el anillo o el uso del anillo en el dedo es lo que nos hace estar casados. No, muestra el pacto, y simboliza el pacto, pero los votos que hacen el pacto, son los que construyen el matrimonio. Así sucede con la fe y el bautismo.

Así, de la misma forma, Pablo está diciendo: «Con este bautismo ustedes están unidos a Cristo”. Y el aspecto en que nos enfocamos aquí es que somos unidos a él en su muerte, sepultura, y resurrección. “hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida”. Así que el bautismo representa la muerte, sepultura, y resurrección. Cristo fue sepultado y resucitado para novedad de vida.

En el bautismo, por fe, somos unidos a Cristo en su muerte, sepultura, y resurrección. El bautismo representa, dramáticamente, lo que sucedió espiritualmente cuando usted recibió a Cristo. Su viejo hombre o incredulidad y rebelión e idolatría murieron, y surgieron un nuevo hombre y una nueva fe y una nueva sumisión y comenzó a atesorar a Cristo. Eso es lo que usted confiesa al mundo y a los cielos cuando es bautizado.

3) El Bautismo es Inmersión en Agua

Tercero, creemos que esta expresión de unión con Cristo en su muerte y resurrección sucede “al ser sumergidos en agua”. La evidencia más clara de esta afirmación está en las palabras de Romanos 6:3-4 que describen el acto del bautismo como una sepultura y resurrección de entre los muertos. Esto se entiende más naturalmente como que significa que usted es sepultado bajo agua y entonces sale del agua representando la resurrección de la tumba.

La palabra bautismo en griego significa sumergir. Y la mayoría de los estudiosos están de acuerdo en que esta es la forma en que la iglesia primitiva practicaba el bautismo. Solo mucho después aparece la práctica de la aspersión o derramamiento, según podemos decir a partir de la evidencia.

Hay otras pocas señalizaciones a la inmersión además del significado de la palabra y la representación de muerte y sepultura. En Hechos 8:37-38, el eunuco etíope viene a la fe mientras montaba su carruaje con Felipe y dice: “Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado? 37 Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó”.

Que ellos hayan descendido “al agua” tiene más sentido si ellos hubieran descendido a sumergirle, no a rociarle. De la misma forma dice en Juan 3:23: “Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua”. Usted no necesita mucha agua si está rociando. Solo necesita un jarro.

Así que realmente hay muy poca controversia en cuanto a si esta era la forma en que la iglesia primitiva bautizaba. Ellos lo hacían sumergiendo al nuevo creyente en agua para representar su muerte y resurrección con Jesús.

4) El Bautismo está en el Nombre Trinitario

Cuatro, el bautismo significa sumergir en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Eso es lo que Jesús dijo en Mateo 28:19: “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Hay una recomendación santa a Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo para que estén presentes en este acto y lo hagan verdadero y real en lo que dice acerca de su obra de redención. No hay salvación sin el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cuando invocamos sus nombres, dependemos de ellos y les honramos y decimos que este acto es a causa de ellos, y mediante ellos, y por ellos.

5) El Bautismo solo es para Creyentes

Quinto, el bautismo es una expresión de fe, y por tanto, es solo para creyentes. La afirmación clave en la Declaración de Fe de los Ancianos de Bethlehem dice: “Creemos que el bautismo es una ordenanza del Señor por la cuál aquellos que se han arrepentido y vienen a la fe, expresan su unión con Cristo en su muerte y resurrección”. Así que nuestra interpretación del Nuevo Testamento es que el significado de bautismo incluye el hecho de que es una expresión de fe del que es bautizado. No es algo que un incrédulo puede hacer. No es algo que un niño puede hacer. Es por eso que no bautizamos niños.

Hay muchos pasajes que han tenido la mayor influencia en mí con el transcurso de los años para persuadirme del punto de vista de los Bautistas. Uno de los más importantes es Colosenses 2:11-12:

en El también [en Cristo] fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo [así que Pablo habla en términos de una circuncisión “no hecha por manos”, la circuncisión hoy tiene significado para los cristianos, no como un acto físico, sino como un acto espiritual de Cristo en que quita el viejo cuerpo pecaminoso y nos hace nuevo, es prácticamente sinónimo del nuevo nacimiento, luego habla del bautismo]; 12 habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con El por la fe en la acción del poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos.

Así que la imagen de la circuncisión está muy relacionada con la imagen del bautismo: “[…] fuisteis circuncidados […] habiendo sido sepultados con El en el bautismo”. El viejo “cuerpo de carne” fue quitado en la conversión, usted murió y resucitó de nuevo,  en un bautismo.

El Argumento para el Bautismo de Infantes

Es probablemente cierto, por tanto, decir que el bautismo ha reemplazado la circuncisión como la marca del pueblo de Dios. En el Antiguo Testamento los hombres eran circuncidados para expresar membresía al pueblo de Dios del Antiguo Pacto, y en el Nuevo Testamento, los hombres y mujeres son bautizados para expresar membresía al pueblo de Dios del Nuevo Pacto.

Esto ha llevado a muchos cristianos a asumir que, como la circuncisión era dada a los niños varones del pueblo del Viejo Pacto, entonces el bautismo debiera ser dado a los niños y niñas del pueblo del Nuevo Pacto. Esa es la esencia de su argumento.

¿Por qué no Funciona?

Pero textualmente y pactualmente, no funciona. Mire cuidadosamente en Colosenses 2:12: “[…] habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con El por la fe […]. Las palabras “por la fe” son importantísimas en este asunto. Pablo dice que cuando usted sale del agua representando su resurrección con Cristo está actuando “por la fe”. Versículo 12: “[…] en el cual también habéis resucitado con El por la fe”.

El bautismo como representación de la muerte y resurrección con Cristo obtiene su significado en la fe que expresa. En el bautismo usted ha “resucitado con El por la fe”.

¡Por la Fe!

Pablo muestra el mismo modo de pensamiento acerca del bautismo y la fe en Gálatas 3:26-27: “pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido”. Nos volvemos hijos de Dios mediante la fe, y no de otra manera. Entonces dice “porque”, relacionando esta forma de volvernos hijos de Dios con el bautismo: “Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido”.

Esa explicación con la palabra “porque” solo tiene sentido si el bautismo se entiende como una expresión de fe: “todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido”. O cambiándole el sentido: como ustedes fueron bautizados en Cristo, entonces sabemos que en Cristo todos son hijos de Dios mediante la fe ¿Por qué? Porque esto es lo que significa el bautismo: ustedes fueron bautizados en Cristo mediante la fe. El bautismo sin fe era inconcebible para Pablo.

La Membresía del Nuevo Pacto es Mediante el Nacimiento Espiritual

Así que cuando ocurrió el cambio en la historia redentora del antiguo al nuevo pacto, y de la circuncisión al bautismo, hubo un cambio desde el enfoque étnico de Israel donde solo los hombres tenían la marca de la membresía en el pueblo, hacia el enfoque espiritual en la iglesia de todas las naciones donde tanto hombres como mujeres pueden llevar la marca de membresía en el pueblo, es decir, el bautismo.

La membresía en el pueblo de Dios en el nuevo pacto no es por nacimiento natural, sino físico. Ese nuevo nacimiento ocurre por la Palabra de Dios, el evangelio (1ra de Pedro 1:23-25). Por tanto la iglesia debería estar compuesta solo por los creyentes, no por los creyentes y sus hijos. Y la marca de membresía en el pueblo del nuevo pacto no es una señal para niños, sino una señal para creyentes.

La Membresía en la Iglesia Local

Así que ahora podemos ver cómo el significado del bautismo está entrelazado con la membresía al pueblo de Dios. Y como la iglesia local es una expresión de ese pueblo, el bautismo está muy relacionado con la membresía en la iglesia local. En el Nuevo Testamento, ser cristiano, ser bautizado, pertenecer al pueblo del nuevo pacto, y ser miembro de una iglesia local, son aspectos que están relacionados entre sí. Si usted tratara de quitar uno de estos aspectos (no ser cristiano, o no estar bautizados, o no pertenecer al pueblo del nuevo pacto, o no ser un miembro de una iglesia local), no tendría sentido. Ellos se pertenecen mutuamente.

Así que el bautismo es importante:

  • Fue firmemente ordenado por el Señor Jesús.
  • Fue universalmente ministrado a cristianos que entraban en la iglesia primitiva.
  • Estuvo relacionado de forma única a la conversión como una expresión irrepetible de la fe salvadora.

Que Dios nos dé Sabiduría

Así que ahora, después de dos sermones, tenemos dos verdades que son importantes. El bautismo es importante. Y la naturaleza de la iglesia local como una expresión sagrada del cuerpo universal de Cristo es importante.

No ser bautizado es grave. Excluir a los creyentes sinceros de la iglesia local es grave.

Hay seguidores de Cristo piadosos, que creen en la Biblia, exaltan a Cristo, y que están centrados en Dios quienes yerran al no ver cuán horrible es no ser bautizados como creyentes. Y hay seguidores de Jesús piadosos, que creen en la Biblia, exaltan a Cristo, que están centrados en Dios que yerran al no ver cuán horrible es excluir a tales personas de la membresía de la iglesia.

La pregunta que debiéramos hacer no solo es difícil de responder, también es difícil de formular. Quizás el Señor, en su misericordia nos mostrará cómo lograrlo de forma que deshaga este nudo para su gloria. Quiera el Señor darnos una sabiduría como la de Salomón, o incluso mejor, una sabiduría como la de Aquel que es mayor que Salomón.

Amén.