¿Cómo damos testimonio a las personas que no son “religiosas”?

El siguiente artículo es una transcripción editada del audio.

¿Cómo damos testimonio a las personas que no son “religiosas”?

1. Yo les pediría, en primer lugar, incluso antes de acudir a la Biblia, que se detengan, que piensen desde los lugares más recónditos de su alma y analicen esta pregunta: “¿Crees que fuiste hecho un ser humano, con una personalidad y un alma que te diferencian de los animales de manera sobresaliente, únicamente para vivir unos cuantos años y después dejar de existir?”.

C. S. Lewis dijo que una de las razones por las que siempre hacemos comentarios sobre lo rápido que pasa el tiempo y lo extraño que es el tiempo es que no fuimos hechos para vivir en el tiempo. Fuimos hechos para la eternidad. No podemos imaginar a un pez decir en el agua: “¡Vaya, qué mojado que está!”, porque los peces fueron hechos para el agua. Nosotros fuimos hechos para la eternidad. Fuimos hechos para Dios.

Si analizan los lugares recónditos de su alma, incluso los no creyentes, que por lo general no piensan en ello, dirán: “No creo que yo esté hecho sólo para existir un minuto y después desaparecer”.

2. Luego les pediría que piensen en la justicia y que digan si piensan que realmente puede existir un mundo como este y que no haya nada más allá de él. ¿No tendría que haber un tiempo en el futuro, en el más allá, donde se ajusten cuentas y todo sea restaurado y corregido?

3. Luego los llevaría a las Escrituras para que conozcan a Jesucristo y escuchen lo que él dice del pecado y la justicia, de la bondad y de Dios, y del mal, la salvación y la esperanza, para que entonces decidan si Jesús no se gana su confianza y se convierte en su maestro de aquí en adelante.