Adán Cristo y la justificación, parte 1

Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; 13 pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa cuando no hay ley. 14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. 16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación. 17 Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos. 20 Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.

Una Implicación para los Hombres

Este no es el sermón del día de los Padres. Pero con un ligero giro del marcador pudiera serlo. Lo que Pablo hace en este párrafo es comparar y contrastar a Adán, el primer hombre y padre de la humanidad, con Jesucristo, el segundo Adán y padre de la nueva humanidad. El pasaje comienza en el verso 12: “Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y la muerte por el pecado... ”

Lo que esto implica para los padres, aunque no es el punto principal de Pablo aquí, ni tampoco será el mío, es que Adán, el primer hombre, tenía una carga insustituible de responsabilidad para liderar cuando fue creado, carga que Eva no tenía. La razón por la que digo esto -aunque Génesis muestra que a Eva fue a quien Satanás escogió tentar, y en un sentido fue ella quien primero quebró el mandamiento específico de no comer del fruto del árbol; (esto no hace la diferencia para Dios o para Pablo, para ellos el hombre es responsable)-; la razón por la que digo esto, es que cuando Dios llamó a cuentas a la pareja, Génesis 3:9 dice: “Y el Señor Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás?”. Y cuando Pablo habla acerca de cómo el pecado entró al mundo y cómo es que ahora todos somos pecadores debido a aquel primer pecado, él mira directamente a Adán como la cabeza y responsable, no hacia Eva.

Nada de esto es por casualidad, está entretejido a través de toda la Biblia. El mensaje no es que las mujeres no son responsables, o no tienen una relación directa con Dios. El mensaje es que Dios responsabiliza al hombre con un papel exclusivo de liderazgo y provisión. Por tanto, hombres y jóvenes (quienes serán hombres); Dios les ha diseñado para llevar esta carga y responsabilidad. Este es su llamado, y si lo cumplen con un amor humilde y sacrificado, será también la gloria de ustedes.

Pero ese no es el punto fundamental del texto, es una implicación subordinada.

Cristo Es Mucho Mayor Que Adán

El punto principal del texto es que lo que Cristo ha hecho por todos los que están en él es mucho más grande que lo que Adán hizo por todos los que estaban en él.

  • La obediencia de Cristo es paralela, pero inmensamente superior, a la desobediencia de Adán.
  • La justicia imputada a aquellos que están en Cristo es paralela, pero inmensamente superior, al pecado que es imputado a aquellos que están en Adán por su desobediencia.
  • La vida que viene a los que estamos en Cristo por medio de esa justicia imputada es paralela, pero inmensamente superior, a la muerte que viene a aquellos que están en Adán por medio de ese pecado imputado.

El punto principal del párrafo es que la obediencia de Cristo, la obediencia hasta la muerte, como dice Pablo en Filipenses 2:8 –es el fundamento de la doctrina de la justicia imputada de Cristo en el acto de la justificación. En otras palabras, el abarcador tema de la carta de los Romanos según el verso 1:17 y siguientes, ha sido la justificación con Dios, no sobre la base de nuestra justicia heredada, sino sobre la base de la justicia de Cristo, que recibimos solo por fe. Y ahora, en este párrafo, Pablo dirige esta misma enseñanza hacia un clímax al explicarla más completamente a través de la comparación y el contraste entre el efecto de la obediencia de Cristo y el efecto de la desobediencia de Adán.

¿Por qué haría esto? ¿Para qué involucrarse a sí mismo en un argumento tan complejo como el que encontramos en este párrafo?

Adán es una Figura (Símbolo)

Antes de tratar de responder esto, estemos seguros de que ustedes vean por sí mismos que Pablo está tratando de representar un paralelo entre Adán y Cristo. Miren conmigo el verso 14, no se preocupen por ahora en el contexto, trabajaremos en eso la semana entrante. Solo quiero obtener el punto preliminar y crucial en el verso 14: “Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir”. Ahora, esa última frase es la que quiero que todos ustedes vean. Es el eje a partir del que gira todo el párrafo. Adán es “figura” de aquel que está por venir. Adán es figura de Cristo.

¿Qué significa “figura”? La NIV1 dice “pattern.”2 Adán fue un patrón de Cristo quien había de venir. Él era un ejemplo, o un presagio, o una prefiguración de Cristo. Déjenme ver si puedo decirlo de manera que los niños puedan entenderlo. Algunas veces cuando queremos entender mejor algo, lo comparamos con algo parecido, pero no completamente igual. Por ejemplo, si ustedes vienen a mi casa y yo digo: “Miren a mi perra, Sable, y díganme qué ven”. Pudieran decir: “Es negra con patas blancas y ojos carmelitas, y una cola como un bastón”, y pudiera ser una descripción bastante buena. Pero entonces voy y tomo la perra del pastor Livingston, Lady, y la pongo junto a la mía y digo: “¿Cómo es de diferente mi perra? ¿Qué notan que no habían visto antes?”. Entonces ustedes pudieran decir: “Bien, Sable es más grande, y Lady parece ser más vivaracha, y Sable parece más introvertida, Y la cola de Lady parece colgarle y la de Sable se curva hacia arriba. Y Lady tiene el pelo largo, y Sable tiene el pelo corto. Y la nariz de Lady es más delgada”. ¿Pueden darse cuenta de lo que sucede? Se percatan de otras cosas acerca de Sable cuando la comparan con otra perra que es diferente –el tamaño, el temperamento, la curvatura de la cola, el largo del pelo, la finura de la nariz. Por tanto, una mejor forma de ver algo es poniéndolo junto a algo que es similar pero diferente.

Eso es lo que Pablo está haciendo en este párrafo. En el verso 14 dice que verá a Cristo en comparación y contraste con Adán. Esto convierte a Adán en una figura o patrón. Y la idea es poder ver más clara, completa y profundamente la obra de Cristo, y ver mejor cómo él se convierte en la base de nuestra justificación.

Ahora, ¿por qué? ¿Por qué usar este método? Probablemente existen otras maneras en que Pablo podría haber explicado la justificación de manera más completa y profunda. ¿Por qué mencionar a Adán, el primer hombre, y hablar acerca de su pecado y cómo afectó a toda la raza humana, y luego compararlo con Cristo y su justicia y con su efecto sobre aquellos que están en él? ¿Por qué utilizar este método?

Adán Es El Padre De Todas Las Personas

Hay más de una razón. Y todas están interrelacionadas. Permítanme mencionarles una y ustedes verán otras que están relacionadas con esta. Pablo explica la obediencia de Cristo como el remedio por el daño hecho por la desobediencia de Adán, porque quiere que veamos que la doctrina de la justificación por gracia a través de la fe no está limitada a ninguna persona o grupo o lugar o tiempo específicos, o período de la historia, sino que es relevante y esencial para todas las personas en todos los tiempos y lugares. Dondequiera que hayan descendientes de Adán, hay una necesidad por la verdad y por la justificación por fe. El daño hecho por el pecado de Adán afecta a cada ser humano en cada lugar y en todos los tiempos. Y ahora vemos por esta comparación en Romanos 5:12-21 que la obediencia de Jesucristo y la imputación de esa obediencia a todo aquel que cree es el remedio para el daño hecho a cada ser humano en todo lugar. No hay otro remedio, no hay otra salvación para el daño fatal hecho por medio de Adán a todos los seres humanos.

Las implicaciones que esto tiene son asombrosas. Una es que Jesucristo es muy grande y digno de nuestra mayor estimación, confianza, amor y alabanza. Grande es el Señor y debe ser enormemente alabado y su grandeza es inescrutable. Él y solo él ha vivido y muerto de manera que pueda remediar el problema más profundo del pecado en cada humano en cualquier lugar que confíe en él.

Otra implicación de esta comparación entre Cristo y Adán es que Jesucristo no es una deidad tribal. El significado que esto tiene para las misiones y el evangelismo es inmenso. Jesucristo no es un Dios cristiano similar al dios musulmán o a los dioses hindúes y el Dios judío. Él es el Señor universal y Salvador, y no hay otro salvador. La idea de la comparación con Adán es mostrar que hay un problema fundamental en la raza humana que comienza con Adán en el principio: el pecado. Y la carga de este texto, expresada una y otra vez, es que el problema con la humanidad no está enraizado en nuestros pecados individuales que pudieran necesitar remedios individuales; nuestro problema es la relación que todos tenemos con el pecado de Adán.

  • Verso 15: “Porque si por la transgresión de uno [Adán] murieron los muchos”
  • Verso 16: “el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación ”
  • Verso 17: “por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte”
  • Verso 18: “por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres”
  • Verso 19: “por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres”

Así que el problema con la raza humana nos es fundamentalmente que todos cometen algunos tipos de pecados –esos pecados son reales, son inmensos y suficientes para condenarnos, Pablo está muy preocupado por ellos. Sin embargo, el problema más profundo es que detrás de nuestra depravación y de toda nuestra culpa y todo nuestro pecado, hay una profunda y misteriosa conexión con Adán, cuyo pecado se convierte en el nuestro y cuyo juicio es el nuestro. Y el Salvador de esta condición y de este daño es uno, quien sustituye a Adán como una especie de segundo Adán (o “último Adán”, 1ra a los Corintios 15:45). Y en una gran vida y muerte en obediencia él deshace lo que Adán hizo. En Adán todos los hombres fueron constituidos pecadores (verso 19), pero todos los que están en Cristo son constituidos justos. En Adán todos recibimos condenación (verso 18), en Cristo todos recibimos justificación.

Llevemos ahora todo esto a nuestra iglesia para nuestros misioneros y todo nuestro evangelismo local. No piense que la doctrina de la justificación por gracia, basada en la imputación de la obediencia de Cristo por medio de la fe aparte de las obras, es una simple mezcolanza de ideas europeas que salió de la consciencia culpable de un monje llamado Martín Lutero. Eso no es cierto. No puede ser cierto, porque es el remedio histórico en la persona de Jesucristo por el daño histórico del ancestro de todos los hombres.

La doctrina de la justificación por gracia por medio de la fe no puede ser reemplazada por una analogía redentora. Si Pablo hubiera dicho, por ejemplo: “El pecado es como ahogarse en el océano, y la salvación es como ser sacado del agua a un bote por un hombre fuerte”; entonces ustedes pudieran ir a un grupo de personas lejos del océano y los botes y decirles: “el pecado es como hundirse en las arenas movedizas y la salvación es como ser sacados a una roca firme por un hombre fuerte”. Está bien, no se puede hacer lo mismo con esta doctrina de la justificación –no ahora, no después de Romanos 5:12-21.

¿Por qué no? Porque ahora Pablo lo ha relacionado con Adán. Y Adán es el antecesor histórico de todo grupo de personas sobre la faz de la tierra. Esto no es un mito; no es una analogía, no es una ilustración, es un hecho histórico. Adán, el primer ser humano, pecó y en él pecó todo ser humano, y todos murieron y todos están condenados. Y el remedio para esto es otro personaje histórico –el hombre-Dios, Jesucristo, quien vino en el espacio-tiempo y deshizo lo que Adán hizo. Él confió y obedeció a Dios perfectamente, de manera que a todos los que están en él por la fe les ha sido imputada la obediencia y han sido hecho justos ante Dios.

La Justicia De Jesús Es Importante Para Cada Hijo De Adán

Esta verdad histórica es relevante y aplicable para cada grupo de personas sobre la faz de la tierra y para cada persona que ustedes conocen en los Estados Unidos de América. Alguien pudiera decir: “Pero ¿qué sucedería si usted viene a un grupo de personas que no tiene formas de pensamientos o modelos para entender este tipo de cosas –que no tiene una conexión colectiva entre la humanidad y sus ancestros, o la posibilidad de entender lo que es pecar por el pecado de otro, o ser constituidos justos con la justicia de otro? ¿Sabes qué? Somos ese grupo de personas. No tenemos ningún ejemplo del modelo de Adán en esta Norteamérica moderna. Muchas personas del Tercer Mundo tendrán muchísima menos dificultad para entender esto que nosotros.

Espero que antes de que haya terminado con esta serie de tres partes sobre este párrafo algunos de ustedes puedan decir –o sentir que dicen- ¡de ninguna manera! No podemos pecar en Adán. No podemos ser identificados con él, es en su culpa y condenación. Otra persona no puede obedecer en mi lugar para justificarme con Dios. No podemos tener la justicia de alguien en nosotros.

Así que la última cosa que quiero decir esta mañana es esta: Es la tarea de cada misionero –y de cada pastor y evangelista- no solo acomodar la enseñanza bíblica a las figuras culturales en donde sea posible y útil; es también nuestra tarea crear ejemplos bíblicos para llevarla a donde nadie más llevará fielmente la verdad bíblica. Así que, muy personalmente, algunos de ustedes han escuchado esta mañana:

  • Que la Biblia dice que nuestro problema más profundo es nuestra conexión con el pecado de Adán y su condenación- que todos compartimos como parte de la raza humana.
  • Y que el único remedio en todo el universo para esta condenación es la justificación que viene por la obra de Jesucristo quien fue perfectamente obediente hasta la muerte.
  • Y que la fe en Cristo es el único camino para estar unidos a él, justificados y aceptados ante Dios.

Pero usted dice: “No lo comprendo, no pienso de esa manera. No tengo ningún modelo en mi cerebro para comprenderlo”. Haga esto por favor, recíbalo como lo ve; y dígale a Dios que acepta su camino de salvación en Cristo; y pregúntele con confianza de que le dará la comprensión más completa que necesita. Dios se deleita salvando a los pecadores humildes. Usted no tiene que entender completamente la sustitución para beneficiarse de toda ella.

Una última petición para los padres y para todos los hombres. Queremos orar por ustedes en esta mañana. Si toman seriamente la carga de su responsabilidad como líderes espirituales en sus familias e iglesias, entonces tienen cargas que pueden aligerar por la oración. Vengan y permítanme orar por ustedes después del servicio. Una especie de regalo por el Día de los Padres.

 

1Se refiere a la NIV en inglés, la NVI en español traduce “figura” al igual que la Biblia en las Américas. Nota del Traductor.

2Patrón. Nota del Traductor.