Recomendando y recibiendo a los que arriesgan su vida con determinación por Cristo

1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo. 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. 5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo. 6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. 7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.

Romanos 16 es mucho más que una lista de nombres. Está lleno de teología, eclesiología y ética, pero todo está más implícito que explícito. Su profundidad está más en sus palabras que en sus alegatos. Considere estos ejemplos: Señor, Cristo, Jesús, iglesia, hermanas, hermanos, santos, apóstoles, gentiles, escogido, santo, amados, primer fruto, siervo, aprobado en Cristo (todas éstas palabras están llenas de un significado centrado en Dios). Sin embargo, Pablo, en esta ocasión, asume estos significados en lugar de explicarlos. Este no es momento para dar explicaciones, el tiempo ha llegado para saludar. ¡Y oh, cuánto podemos aprender de estos saludos!

Veamos primeramente el cuadro completo y estudiemos luego a tres de estas personas que Pablo menciona. Veamos seis observaciones generales a partir del cuadro completo de las salutaciones en los versos 1-16.

El Cuadro Completo En Romanos 16: Seis Observaciones

1. Note los nombres. Hay veintisiete nombres. Muchas personas son saludadas, pero veintisiete son nombradas -veintiséis en Roma, y Febe (a quien se menciona primero) que iba camino a Roma. Obviamente debemos aprender a partir de esta lista que los nombres importan. Desearía poder llamarles a todos por nombre. Jesús lo hace. Juan 10.3 dice: “las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca”. Esfuércense en conocer el nombre de los demás. Pablo está buscando edificar una estrecha relación interpersonal con la iglesia que quiere sea su base para su misión hacia España. Es sorprendente la cantidad de nombres que conoce en Roma cuando nunca ha estado allí. Imitémosle en esto.

2. Note las diferentes  relaciones interpersonales y los diferentes grupos. Son sorprendentes las palabras que Pablo utiliza para describir quienes son estas personas en relación a sí mismo y entre ellos: hermana, hermano, siervo, santo, ayudadora de muchos, iglesia, colaborador, primer fruto, parientes, compañeros de prisiones, amado, aprobado en Cristo, escogido, madre mía. Mientras más usted se relaciona con las personas más diferentes y ricas son las maneras en que ellas traen bendición a su vida –y usted a las suyas.

3. Note cuan saturadas de Cristo están estas relaciones. Verso 2: “que la recibáis en el Señor”. Verso 3: “mis colaboradores en Cristo Jesús”. Verso 5: “el primer fruto […] para Cristo”. Verso 7: “fueron antes de mí en Cristo”. Verso 10: “Apeles, aprobado en Cristo”. Verso 11: “Saludad a los […que] están en el Señor”. Verso 12: “Saludad a […] las cuales trabajan en el Señor”. Verso 13: “Saludad a Rufo, escogido en el Señor”.

Esta no es una simple lista de saludos. Ésta es la manera en que una persona saturada de Cristo habla de sus amigos. Cuando escribe a su familia o amigos, habla por teléfono, o envía un correo electrónico, ¿está Jesús tan presente como cuando lo hace Pablo? Si usted dice, como he escuchado a algunos decir: “No ando por todos lados con un cartel que anuncia mi fe”, tenga cuidado. El asunto no es ‘si anda con un cartel’, sino ¿qué está en su boca?; porque Jesús dijo: “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12.34). Si Cristo no está en sus conversaciones, o en sus correos electrónicos, no es asunto de carteles anunciando por todas partes (no es solo un asunto de personalidad, ni étnico o de ascendencia familiar), es un asunto del corazón. Seamos una iglesia saturada de Jesús como Pablo en Romanos 16.

4. Note que estos amigos están esparcidos por muchas iglesias de Roma. En el verso 5, refiriéndose a Priscila y a Aquila: “Saludad también a la iglesia de su casa”. Así que esta es una iglesia a quien se da un saludo general a través de Priscila y Aquila. Luego tenemos todos estos otros nombres, vea el verso 14: “Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos”. Esto probablemente significa: la iglesia que se reúne con estos hermanos. De manera similar sucede en el verso 15: “Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos”. Y allí hay probablemente otros grupos. Así que aprendemos que ‘la iglesia en Roma’, era realmente ‘las iglesias en Roma’. Por tanto, la iglesia  en las Twin Cities,1 debería ser las iglesias en la ciudad Twin. Espero que Dios multiplique iglesias que crean en la Biblia y estén saturadas de Cristo en estas ciudades.

5. Note el mandamiento más común: saludar. Trece veces en dieciséis versos les dice: Saludad a fulano y saludad a mengano. ¿A quién está hablando? Asumo que esta carta fue escrita para todos los cristianos romanos. Romanos 1.7 dice: “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos”. Si estoy conversando con Kenmy Stokes, no le digo ‘saluda a Kenny Stokes’. Por esto, que parece que Pablo espera que su carta sea manipulada, leída y enseñada por los líderes de la iglesia en Roma. Les dice: ‘saluden a éstas veintiséis personas que he nombrado y a todas las iglesias que representan’.

6. Note el amor impregnado en este capítulo. Cuatro veces Pablo utiliza la palabra “amado”: “Epeneto, amado mío” (v.5), “Amplias, amado mío en el Señor” (v.8), “Estaquis, amado mío” (v.9), “Saludad a la amada Pérsida” (v.12). Y luego leemos cosas como: “Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros” (v.6) y: Priscila y Aquila “expusieron su vida por mí” (v.4). Este es el lenguaje del amor. Espero que el Señor tome el mensaje de la semana pasada sobre Luchar y Descansar Juntos y nos dirija hacia este tipo de relaciones interpersonales.

Febe

Vayamos ahora hacia los primeros versos de Romanos 16 y veamos qué tiene que decir Pablo acerca de Febe y de Priscila y Aquila. Veamos primero a Febe en el verso 1-2:

Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

Febe es la única persona en estos dieciséis versos que todavía no vive en Roma. Va hacia Roma y Pablo le pide a la iglesia que le reciba en el Señor como deben hacerlo los santos y suplan todas sus necesidades. Verso 2: “que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros”. Pablo la está recomendando, y solo ella es recomendada de esta manera. ¿Por qué?

La explicación más simple (aunque no podemos probarla) es que ella es quien lleva la carta desde Corinto, donde Pablo está (probablemente) escribiendo la carta. Tres razones:

  • Es la única recomendada, y no ha indicación de que estará llegando después de la carta sino al mismo tiempo. La conclusión más natural es que, si ella llega junto con la carta y es la única recomendada por la carta, ella es (probablemente) quien lleva la carta.
  • Segundo, ella proviene de Cencrea, que es el puerto occidental de Corinto, donde la mayoría de los estudiosos cree que Pablo pasaba el invierno mientras escribía esta carta.
  • Tercero, ella parece ser una mujer significativa. La palabra ayudado, al final del verso 2 sugiere esto (“ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo”). Ha sido benefactora de muchos, incluyendo a Pablo. Así que bien pudiera ser que fuera una exitosa mujer de negocios (como Lidia en Hechos 16), que tiene la posibilidad de viajar de puerto a puerto, y a quien se le hubiera confiado la carta que Pablo quería enviar a Roma.

Sea esto cierto o no, lo que sí podemos asegurar es que Pablo la recomendó. Dijo tres cosas acerca de ella. Dejemos que cada mujer oiga esto, y cada hombre.

1. Nuestra Hermana

Primero, le llamó su hermana. Verso 1: “Os recomiendo además nuestra hermana Febe”. No solo ‘mi’ hermana, sino “nuestra” –de ustedes y mía. Les dice que es parte de la familia, aunque puede que nunca le hayan conocido. Esto es una metáfora. Usted no debe ir más allá de la intención de Pablo. No diga: ‘Ningún cristiano puede desposar a una cristiana porque las cristianas son sus hermanas y la Biblia dice que está mal casarse con la propia hermana”. Las metáforas no funcionan así.

Debe preguntarse: ¿Qué quiso comunicar Pablo con la expresión “hermana”? Teológicamente, la respuesta más obvia es que ambos tienen al mismo Padre en los cielos y participan de la misma herencia de la vida eterna. Contextualmente, el significado más inmediato es: ‘Cuídenla, necesitará un lugar para hospedarse, comida y algunos contactos, es su hermana y las familias cuidan a los suyos, ella es una de los suyos’.

Y diré otra cosa a partir de la primera carta de Pablo a Timoteo (5.1-2), el único lugar donde explica lo que quiere decir al llamar a una joven cristiana hermana de Timoteo: “a los más jóvenes, como a hermanos; 2a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza”. ¡Con toda pureza! En otras palabras, hermanos cristianos: la inmoralidad sexual con una cristiana no es solo fornicación o adulterio; es también incesto, ella es su hermana. Por tanto, escuchen líderes de la iglesia en Roma: Febe es su hermana, recíbanla con toda pureza.

2. Diaconisa

Segundo, Pablo recomienda a Febe diciendo que es diaconisa en la iglesia de Cencrea. Verso 1: “Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea”. La palabra diaconisa es la misma que usamos para traducir sierva. Probablemente era diaconisa oficial de aquella iglesia. No hay razón por la que (como veo en los requisitos expuestos en 1ra a Timoteo 3) las mujeres no puedan ser diaconisas. Los ancianos son hombres y son encargados del gobierno y la enseñanza de la iglesia (de acuerdo con 1ra a Timoteo 2.12; 3.2 y 5.17), pero el diaconado no reviste la misma responsabilidad. Los diáconos están encargados de los ministerios de misericordia, por ejemplo, de Mateo 25.44, alimentar al hambriento, cuidar al refugiado, vestir al desnudo, solidarizarse con el enfermo y cuidarle, visitar a los presos; todos estos son ministerios ‘diaconales’ (diekonesamen), y, por supuesto, hay más. Esto encaja con la manera en que Pablo describe a Febe al final del verso 2: “porque ella ha ayudado [ha sido benefactora, sierva] a muchos, y a mí mismo”.

3. Benefactora y Compañera en el Ministerio

Esto es lo tercero que Pablo dice acerca de ella: 1) Es una hermana, 2) es diaconisa (o sierva) en su iglesia local, y 3) Es benefactora porque “ha ayudado a muchos, y a mí mismo”. En otras palabras: ‘se ha preocupado y ocupado de mí,  y ha cubierto mis necesidades, como las de muchos otros. Por amor de mí, recíbanla’.

Desde los principios de la iglesia cristiana, las mujeres han sido compañeras verdaderamente cruciales en el ministerio con los hombres -compañeras en el matrimonio y compañeras como solteras. No hay ninguna referencia de que Febe haya tenido esposo. Al menos siete de los nombres en esta lista son mujeres, y no son minimizadas. En la historia de las misiones, el papel y coraje de la mujer es simplemente sobrecogedor. El hecho de que Dios llame a los hombres para dirigir la iglesia como ancianos que enseñan y gobiernan es, a largo plazo (creemos), algo fortalecedor, liberador y motivo de gozo para las mujeres adoradoras de Cristo.

Complementando en el Ministerio

No creo que la mayoría de las mujeres en Bethlehem se vivan pensando en qué se les prohíbe hacer. Tengo la esperanza de que se sientan continuamente desafiadas a repudiar la posibilidad de desperdiciar sus vidas mirando telenovelas y, en lugar de eso, se sientan desafiadas a encontrar el llamado de Dios para entregar sus vidas en el ministerio (a la familia, la iglesia, el vecindario, la ciudad, las naciones). Sin embargo, todavía pueden haber algunas entre ustedes que sinceramente se preguntan: Si Dios designa a los hombres a ser los ancianos de la iglesia, ¿qué puedo hacer yo? Permítanme referirme a las páginas 80-81 de mi libro ¿Cuál es la Diferencia? (disponible aquí en el sitio Web de Desiring God). Allí enumero, en el clímax del capítulo cinco donde desafié a las mujeres de Bethlehem años atrás, cerca de ochenta tipos de ministerios donde Dios está preparado para bendecir el servicio sacrificado de las mujeres. Todavía creo en esto. Quiera el Señor continuar ayudándonos para nadar contra la corriente del insípido y antibíblico igualitarismo mientras nos gozamos en nuestra igualdad ante Dios y nuestras diferencias. Éstas diferencias nos complementan en el llamado, en los roles y naturalezas masculina y femenina.

Priscila y Aquila

Cerremos con una breve mirada a otra mujer y su esposo en los versos 3 al 5, Prisca [Dios Habla Hoy], (llamada también Priscila, Hechos 18.2, 18.26) y Aquila.

Saluden a Prisca y Áquila, mis compañeros de trabajo en el servicio de Cristo Jesús. 4A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy las gracias, sino también todos los hermanos de las iglesias no judías. 5Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en casa de Prisca y Áquila

Aquí quiero levantar un desafío para las parejas en matrimonio. Asumamos que Febe era soltera. No hay mención de un esposo. Y parecía tener una sorprendente libertad para viajar desde Cencrea hasta Roma. Así que, mujeres solteras, tomen a Febe como un ejemplo retador en este día.  Pero ahora mencionaremos tres peculiaridades de esta asombrosa pareja, Priscila y Aquila. Quiera Dios usar estas tres palabras para llevar a algunas de las parejas de Bethlehem al próximo paso que han estado soñando en el ministerio.

Ellos son viajeros, colaboradores y arriesgados. Solo unas pocas palabras acerca de cada una de estas peculiaridades.

1. Viajeros

Eran viajeros. Sabemos por el libro de los Hechos, Romanos y 2da a Timoteo que Aquila era originario de Ponto (norte de Turquía, Hechos 18.2) y que él y Priscila vivieron en Roma hasta que fueron expulsados por el Emperador Claudio en el 49 d.C. con todos los otros judíos (Hechos 18.2). Sabemos que conocieron a Pablo en Corinto (Hechos 18.2), más tarde viajaron a Éfeso donde se asentaron y tuvieron una iglesia en su casa (Hechos 18.26; 1ra a los Corintios 16.19). Ahora están de vuelta a Roma de acuerdo con Romanos 16.3 y tienen una iglesia en su casa. Pero, finalmente, en 2da a Timoteo 4.19, estarán de vuelta a Éfeso. Y esto será lo último que escuchemos de ellos.

Así que, de lo poco que sabemos, ellos vivieron en Ponto, Roma, Corinto. Éfeso, Roma y Éfeso. Esa no es una vida fácil. Eran buenos residentes temporales, exiliados, siguiendo a Cristo. Y a donde quiera que fueran, parece que tenían una iglesia en su casa. Eran viajeros –con Cristo. ¿Está Dios llamándole a vivir así?

2. Colaboradores

Eran colaboradores. Verso 3: “Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús”. A dondequiera que iban, iban con la visión de servir a Cristo. Y recuerde que no eran misioneros de vocación. Eran literalmente hacedores de tiendas (Hechos 18.3). Pero lo pusieron todo en función del ministerio, porque Pablo dice que eran “colaboradores en Cristo Jesús”. Me encanta esa frase. Algunos colaboran en el área militar, otros en la medicina, otros en política, algunos trabajan en 3M. Pablo dijo que Priscila y Aquila colaboraban en Cristo Jesús. Tanto si hacían tiendas, como si se preparaban para recibir a las cuarenta o cincuenta personas que vendrían a adorar en su casa, el contexto principal para todo lo que hacían era Jesucristo. Todo su trabajo era en él, en relación a él. ¿Está Dios llamando a alguno de ustedes (parejas en matrimonio) a un estilo de vida más saturado de Cristo?

3. Arriesgados

Por ultimo, eran arriesgados. Verso 4: Ellos “Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya” (NVI). Parece ser que Febe puso todo lo que tenía a disposición de los apóstoles. Sirvió a la iglesia con todo lo que tenía. Pablo la amaba por ello y confiaba en ella –probablemente con lo más valioso que tenía, la carta a los Romanos. Pero Pablo menciona algo aún más sorprendente acerca de Priscila y Aquila: Pusieron sus cuellos sobre el picador por defender su vida. No sabemos que sucedió. Pero salvaron la vida de Pablo, parece ser que arriesgando las suyas propias, porque Pablo dice: “a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles”. En otras palabras, todavía vivo porque pusieron sus vidas sobre la brecha por mí.

Y lo que quiero que como matrimonios ustedes vean, es que ellos actuaron así como pareja. No dice que Aquila hizo esto porque era el hombre, dice que ambos lo hicieron. Estaban en esto juntos, estaban listos para morir juntos. Esposos y esposas de Bethlehem, ¿están listos para morir juntos por el evangelio?

¡Oh Señor! ¡Que gran capítulo es Romanos 16! ¡Que preciosa red de compañerismo! ¡Que gran mujer era Febe! ¡Que gran pareja eran Priscila y Aquila! ¡A que gran Señor y Salvador todos sirven! Unámonos a ellos. Seamos como ellos.


1 Se refiere a Saint Paul y Minneapolis, conocidas como las Twin Cities [Ciudades Gemelas] debido a que están situadas al Este y Oeste del río Mississippi, respectivamente, en Estados Unidos. En Minneapolis se encuentra la Bethlehem Baptis Church del pastor Piper.