Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Rey de Israel

Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea,  "Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró a Felipe, y le dijo: Sígueme. Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro.  Felipe encontró a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José. Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo: Ven, y ve. Jesús vio venir a Natanael y dijo de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño. Natanael le dijo: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael le respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios,  tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees?  Cosas mayores que éstas verás. Y le dijo: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.

A medida que nos acercamos al final del primer capítulo del Evangelio de Juan, hemos visto al menos diez títulos o nombres de Jesús. Una de las razones por las cuales los títulos son importantes es que ellos no solo nos dicen quién es una persona y cuál es su trabajo, también explican, como en el caso de Jesús, por qué fue tratado de la forma en que lo fue, y por qué fue torturado y ejecutado.

Estos son los diez títulos de Jesús en Juan 1:

  1. El Verbo. Versículo 1: "En el principio existía el Verbo".
  2. Dios. Versículo 1: "el Verbo era Dios”.
  3. Luz. Versículo 9: "la luz verdadera. . . al venir al mundo".
  4. Jesucristo. Versículo 17: "la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo".
  5. Cordero de Dios. Versículo 29: "He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".
  6. Rabí. Versículo 38: "Y ellos le dijeron: Rabí (que traducido quiere decir, Maestro), ¿dónde te hospedas?".
  7. Mesías. Versículo 41: "Hemos hallado al Mesías (que traducido quiere decir, Cristo)".
  8. Hijo de Dios. Versículo 49: "tú eres el Hijo de Dios".
  9. Rey de Israel. Versículo 49: "tú eres el Rey de Israel”.
  10. Hijo del Hombre. Versículo 51: "veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre”.

En este mensaje quiero enfocarme en estos últimos tres títulos de Jesús y ver qué significan y cómo llevaron a Jesús hacia su muerte, y cómo se vuelven, por tanto, doblemente preciosos y poderosos en nuestras vidas. Estos títulos no solo nos muestran cuán grande él es, también nos señalan su muerte, donde nuestros pecados fueron quitados y Jesús obtuvo la vida eterna para nosotros.

1) Hijo de Dios, Rey de Israel

Primero, consideremos los títulos Hijo de Dios y Rey de Israel. Jesús dice a Natanael dónde estuvo aquel y qué había en su corazón sin haber estado Jesús junto a él, y Natanael estalla en el versículo 49 diciendo: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios,  tú eres el Rey de Israel”. Ahora, lo que Natanael quiso expresar era grandioso, pero probablemente no era tan grandioso como el significado que tendrían esas palabras en el ministerio de Jesús y en el Evangelio de Juan.

Natanael probablemente quiso decir: "Tú eres el Mesías. Tú eres el gobernador judío tanto tiempo esperado, el que traerá liberación para Israel y establecerá el gobierno de Dios sobre las naciones". Los dos términos Hijo de Dios y Rey de Israel eran referencias al Mesías.

El Hijo de David - y el Hijo de Dios

Por ejemplo, en 2do de Samuel 7:12-14, Dios dice a David el rey de Israel: "levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino.  ‘El edificará casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre.  ‘Yo seré padre para él y él será hijo para mí".

Ahora, en un sentido, este texto se refiere al hijo de David, Salomón. Pero en otro sentido, se refiere al "Hijo de David" final, al Mesías, porque el versículo 13 dice: "yo estableceré el trono de su reino para siempre". Vendría un descendiente de David quien tendría un reino que nunca terminaría. Cuando Jesús nació, el ángel dijo a María en Lucas 1:32-33: "y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para  siempre, y su reino no tendrá fin”. En otras palabras, 2do de Samuel 7:13 fue cumplido en Jesús.

Pero fíjese que  2do de Samuel 7 no solo le llama rey (él reinará), también dice que será "Hijo de Dios". Versículo 14: "‘Yo seré padre para él y él será hijo para mí”. Así que desde la época de David, en adelante, el Mesías fue conocido, de una manera única, como el "Hijo de Dios". Así que el ángel continua y dice a María en Lucas 1:35: "lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios”.

Títulos Gemelos para el Mesías

Así que Hijo de Dios y Rey de Israel estaban relacionados en el Antiguo Testamento como títulos gemelos para el Mesías. Puede verlo nuevamente en el Salmo 2:2-7:

Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos  contra el Señor y contra su Ungido, [esta es otra palabra que quiere decir Mesías]  . . . Luego les hablará en su ira,  y en su furor los aterrará. Pero yo he consagrado a mi Reyes obre Sion, mi santo monte." Ciertamente anunciaré el decreto: del Señor que me dijo: “Mi  Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy".

Así que aquí tenemos los títulos Mesías, Rey, y Hijo, todos refiriéndose a la misma persona. Ese es el trasfondo del estallido de Natanael en Juan 1:49 diciendo: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios,  tú eres el Rey de Israel”. Quiso decir: "Tú eres el esperado en 2do de Samuel y en el Salmo 2. Tú eres el Mesías. Ha llegado el momento del cumplimiento. El reino de Dios está a punto de ser establecido sobre la tierra y los enemigos del pueblo de Dios serán derrotados. El Mesías tomará las naciones por herencia y gobernará las naciones con vara de hierro como dice el Salmo 2:8-9.

"Haciéndose Igual a Dios"

Pero aunque Natanael estaba en lo cierto acerca de que Jesús era el Mesías, él creía demasiado alto y demasiado poco que Jesús era Rey y que Jesús era Hijo.  Demasiado alto porque este Hijo y Rey sería ejecutado como un criminal en lugar de conquistar a los romanos. Y demasiado poco, porque estos términos Hijo y Rey significaban mucho más de lo que Natanael conocía.

Medite en el título Hijo de Dios y en lo que llegó a significar en el ministerio de Jesús. Juan 5:18 dice: "Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios". Algo ocurría en el ministerio de Jesús que los líderes judíos no podían tolerar. Jesús estaba enseñando, o al menos implicando, que por ser Hijo, era divino: "haciéndose igual a Dios". Esto era blasfemo, a menos que fuera cierto.

"Te Haces Dios"

En Juan 8:57, los líderes le preguntaron burlonamente: "¿y has visto a Abraham?" (quien había vivido unos doscientos años antes). Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy”. En otras palabras, Jesús no solo reclamó haber existido antes que Abraham, sino que utilizó el nombre exaltado de Dios: "Yo Soy", tomado de Éxodo 3:14, donde Dios dijo: "Yo Soy el que Soy". Así que Juan 8:59 dice: "Entonces tomaron piedras para tirárselas”.

Después, en Juan 10:33, le dijeron a Jesús: "No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios". Así que cuando los acusadores de Jesús, finalmente le llevaron ante Pilato en Juan 19:7, ellos relacionaron esta acusación de blasfemia con el reclamo de Jesús diciendo que era el Hijo de Dios: "Nosotros tenemos una ley, y según esa ley El debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios”. Así que "Hijo de Dios" había llegado a significar mucho más que un Mesías meramente humano. "Te haces Dios". Ese era el significado.

Hijo de Dios para Su Muerte

De modo que mientras mayor se volviera el título Hijo de Dios en la vida de Jesús, más hacia su muerte le llevaría. Así era como Dios quería que fuera. Y como Jesús quería que fuera. "Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos" (Juan 15:13). Jesús, firmemente, tranquilamente, y al principio discretamente, cumplió a cabalidad la grandeza de sus títulos hasta que explotaron en el odio de sus enemigos. Así es como nos amó.

Y mientras les comunicaba cuál era este camino, no contradecía el significado del Antiguo Testamento; lo hacía más claro. Conocía la promesa de Isaías 9:6-7, y quería mostrar que él era quien decía ser:

Porque un niño nos ha nacido, 
un hijo nos ha sido dado;
y la soberanía reposará sobre sus hombros; 
y se llamará su nombre 
Admirable Consejero, Dios Poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
El aumento de su soberanía y de la paz 
no tendrán fin,
sobre el trono de David y sobre su reino, 
para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia
desde entonces y para siempre".

Él era el Hijo y él era el Rey (y por tanto, era el "Dios Poderoso". Ese fue el significado que derramó en sus títulos, el significado que ya estaba allí, en el Antiguo Testamento.

Rey de Israel en su Muerte

El título "Rey de Israel", tanto como el título "Hijo de Dios", era más y menos de lo que vieron la mayoría de los seguidores de Jesús en un principio. Menos, porque él no se volvería un rey terrenal ni destruiría el señorío romano (vea especialmente a Juan 6:15 y Juan 18:36). Pero más porque su reinado también, tanto como su carácter de Hijo, era un reinado divino.

Al final, los líderes judíos utilizarían el cargo de traición para que Jesús fuera crucificado por el gobernador romano Pilato. Juan 19:12: "Pilato procuraba soltarle, pero los judíos gritaron, diciendo: Si sueltas a éste, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César”.

Su Estrategia de Vida Infinitamente Amorosa

Así que mientras más gloriosos y ciertos fueran los títulos de Jesús, más mortales se volvían. Y así fue cómo él lo planificó. "En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros" (1ra de Juan 3:16). Esta fue una estrategia de vida infinitamente amorosa. Lo hizo para que usted y yo pudiéramos ser rescatados de nuestro pecado (Juan 8:24), y de la ira de Dios (Juan 3:36), y tuviéramos vida eterna (Juan 20:31).

Así que dondequiera que usted escuche los títulos Hijo de Dios y Rey de Israel, escúchelos como anunciadores de un mensaje muy grandioso, y muy terrible, y muy amoroso.

2) Hijo del Hombre

Ahora medite en el título Hijo del Hombre. Probablemente no sea lo que usted está pensando que es. Juan 1:50-51: "Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que éstas verás. Y le dijo: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre”.

Ángeles Subiendo y Bajando

En este extraño pasaje, Jesús está recordando la escena de Génesis 28, donde Jacob tiene un sueño y ve ángeles subiendo y bajando una escalera.

Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo;   y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y he aquí, el Señor estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac.  La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia […] He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas [...] porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido". Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía". (Genesis 28:12-16)

El detalle que me ayuda a ver la importancia de los ángeles que subían y bajaban en Juan 1:51 es que ni en Juan 1, ni en Génesis 28 hay una sola palabra para explicar qué estaban haciendo los ángeles. No dice por qué estaban subiendo y bajando. Me parece a mí, por tanto, que Juan está simplemente tomando todo el incidente de Génesis para decir dos verdades. Una es que Jesús es el enlace supremo y decisivo entre el cielo y la tierra. En Juan 1:51, los ángeles suben y bajan sobre el Hijo del Hombre, no sobre una escalera. Y la otra verdad dice que Jesús es el lugar donde las personas ahora se encuentran con Dios. Jacob llamó a aquel lugar Bet-El, "Casa de Dios", porque dijo: "Ciertamente el Señor está en este lugar".

Donde Dios y el Hombre se Encuentran

Ahora, Jesús es el nuevo Bet-El. Él es el lugar donde Dios está presente. El cielo fue abierto, y Jesús ha aparecido. Y de ahora en adelante, Jesús será el lugar donde Dios se aparecerá más claramente entre los hombres, y donde los hombres encontrarán su camino para tener comunión con Dios. Ya no hay lugares geográficos santos diseñados por Dios como lugares de encuentro con los hombres. Jesús es ese lugar de encuentro.

Jesús estaba diciendo a Natanael: "si me sigues, verás manifestaciones de mi gloria divina muchísimo más grandes que la que acabaste de ver. Yo soy el enlace supremo y decisivo con el cielo. Tanto hacia arriba como hacia abajo". Cuando nos movemos hacia el cielo, nos movemos sobre el Hijo del Hombre. Cuando Dios se mueve hacia la Tierra, se mueve sobre el Hijo del Hombre.

¿Por Qué Hijo del Hombre?

Pero, ¿por qué es llamado el Hijo del Hombre en el versículo 51? No es simplemente porque él sea un hombre. Es porque él es la imagen de un "hijo del hombre" en Daniel 7:13, que es humano pero también es mucho más que un humano. Esta era la designación favorita de Jesús para sí mismo: Hijo del Hombre. Es utilizada unas 80 veces en los Evangelios, y Jesús solo la utiliza para referirse a sí mismo.

Él obtuvo el título del "Hijo de Hombre" en Daniel 7:13-14:

Seguí mirando en las visiones nocturnas,  y he aquí, con las nubes del cielo  venía uno como un Hijo de Hombre,  que se dirigió al Anciano de Días  y fue presentado ante El.  Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas  le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará,  y su reino uno que no será destruido.

Este es el lenguaje del reinado y la gloria y la soberanía (Juan 3:13; 5:27; 6:62). Pero tiene un sonido diferente a los términos Hijo de Dios y Rey de Israel. Suena más humilde y ordinario. Así que cuando lo usaba, su reclamo de reinado y gloria y soberanía no sonaba tan evidente. Solo los que tenían oídos para oír escuchaban a través del exaltado significado del término Hijo del Hombre, cuando Jesús lo usaba.

Así que esta vez no fueron los líderes judíos quienes usaron el término para llevarle hasta la cruz.  Jesús mismo lo usó de esa manera. El verso clave es Juan 3:14-15: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el  Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en El vida eterna”.

La Mayor Gloria de Dios: Morir por los Pecadores

Así que usted pudiera decir que la mayor gloria que Natanael, o usted y yo, veremos alguna vez es la gloria del Hijo del Hombre, el Señor de los cielos, cuyo dominio es eterno, levantado en una cruz para morir por los pecadores.

Así que cuando usted le vea en esta semana de Adviento como Hijo de Dios, y como Rey de Israel, y como Hijo del Hombre, asegúrese de que le ve muriendo y para darle vida eterna a usted y, por tanto, véale glorioso.