¿Qué sentido tiene toda esta vanidad?

Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza. (Romanos 8:20)

¿Está cansado(a) de luchar contra la vanidad? La maldad y el desorden arrojan implacablemente llaves a los engranajes de su vida. ¿Cuál es el punto?

Para Dios, el punto es la esperanza. Lo cual es muy extraño. La vanidad y la esperanza no son amigas: la primera tiende a matar la segunda. Los humanos no pueden hacer que ambas sean verdaderas al mismo tiempo; pero Dios sí puede.

La vanidad: puesta de cabeza

La vanidad significa que las cosas se derrumban. Significa que aquello que comienza fresco y verde y emocionante en la mañana de la vida y del amor y de los nuevos proyectos, se marchita y se seca al atardecer (Salmos 90:5-6). La gente muere, las familias se desintegran, las iglesias se separan, el amor es traicionado, los avivamientos se disipan en el nominalismo, las revoluciones decaen en establecimientos corruptos, y las universidades fundadas para preservar la ortodoxia doctrinal se convierten en bastiones de impiedad.

Somos súbditos de la vanidad. Vivimos bajo su gobierno. Y "cuando el impío gobierna, el pueblo gime" (Proverbios 29:2). Como un tirano, la vanidad no genera esperanza, sino más bien cinismo, resignación, ira y, como dijo Bertrand Russell, "una inquebrantable desesperación".

Excepto cuando Dios decide utilizarla. Es entonces cuando es puesta de cabeza.

Dios hace las cosas de manera muy diferente a nosotros (Isaías 55:8); pero hay un patrón: este es un Dios que elige la muerte como medio para la vida (Hebreos 2:14-15), lo necio del mundo para avergonzar a los sabios (1 Corintios 1:27), la humildad como medio para la exaltación (1 Pedro 5:6), y la pobreza como medio para la riqueza (2 Corintios 8:9).

¿Por qué nos sorprende que también elija la vanidad como medio para la esperanza?

Lo que esto significa para usted

Así que, ¿qué es esta esperanza? “Que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.” (Romanos 8:21)

¿Sabe lo que esto significa para usted? Significa que el desorden que trabaja continuamente en su contra, que aquellas cosas que lo(a) hacen implorar por la salvación, en realidad van a incrementar su gozo cuando por fin sea liberado(a).

Como al faraón en el Éxodo, Dios está esclavizando al amo de los esclavos por usted. La vanidad terminará como un tirano más en la historia de redención cuya existencia sirvió para demostrar que con Dios, todas las cosas son realmente posibles (Marcos 10:27).

Esperanza para el caos de hoy

Así que en medio de su doloroso caos, usted tiene hoy un gran motivo para sentir esperanza. Como a Israel en Egipto, Dios ha escuchado su gemido y ha descendido para librarlo(a) (Hechos 7:34). El Hijo lo(a) ha liberado y realmente lo(a) hará libre (Juan 8:36).

Al igual que el prisionero de guerra que ha escuchado que su captor ha sido derrotado y que su redentor está en camino, aún cuando sigue débil y atrapado en el campo de concentración, usted puede ver su aflicción bajo una luz completamente nueva. La esperanza reemplaza a la desesperanza y el cautiverio solamente incrementa la anticipación de su completa libertad.

Así es como Dios está haciendo que la vanidad sea útil para usted. El opresor se está convirtiendo en el oprimido. La vanidad ahora está alimentando su hambre de libertad.

Y la libertad será aún más dulce por todos los años en que usted ha visto adversidad (Salmos 90:15). La vanidad habrá aumentado su capacidad para gozar “la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Romanos 8:21).

Así que enfrente hoy con esperanza a su tirano derrotado.