El llevó a cabo la purificación de los pecados

Jueves Santo

Hebreos 1:1-4

En la eternidad cantaremos una y otra vez y será con un gozo eterno, con un gozo que será cada vez más profundo. En una noche oscura como la de este Jueves Santo, queremos recordar cómo es que nosotros, los pecadores, obtuvimos una promesa semejante. Veamos, por tanto, Hebreos 1:1-4. Iremos nuevamente a estos versículos el domingo en la mañana (31 de Marzo de 1996). Tomaremos una frase hoy y nos enfocaremos en ella.

Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.  El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder.  Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos. 

"Después de llevar a cabo la purificación de los pecados"

Antes de comer juntos la cena del Señor, meditemos, solo unos minutos, en esa frase del versículo 3 - "Después de llevar a cabo la purificación de los pecados". Y dividámosla en tres partes.

  1. "[Él] Después de llevar a cabo", hay una persona que actúa aquí.
  2. "de los pecados" - el problema que tiene que enfrentar.
  3. "Después de llevar a cabo la purificación".

Veremos, simplemente, cada una de estas divisiones, y luego iremos juntos a la mesa.

"Él"

Comencemos por el "Él". Nunca olvide que hay una persona aquí. Hay una persona viva, que puso su vida, que ama, piensa, siente, desea, y aun hoy, tiene un cuerpo. Ese cuerpo descendió de la cruz y cuando resucitó de la tumba, aunque tenía cualidades especiales, fue reconocido por sus seguidores. Ellos pudieron tocarlo. Pudo comer pescado para demostrar que no era un fantasma. Así que aquí hay una persona completa con quien nos vamos a relacionar eternamente y para siempre. Él está vivo hoy. Está a la diestra del Padre. Es personal. Prometió nunca dejarnos o desampararnos. Prometió estar con nosotros. Está aquí en esta sala ahora mediante su Espíritu, escuchándome. Está tan cerca de usted como la persona que está a su lado. Él es real. Es una persona. Él es un él. Él está aquí.

Hay, al menos, siete características de Jesús en estos versículos.

1. Él es real

Nunca lo olvide. Cultive una relación con esta persona. Ponga a Jesús en el centro de su vida. Relaciónese con Jesús. Algunos nos volvimos cristianos mediante una forma de evangelismo que era exactamente correcta. Decía: "¿Tienes una relación personal con Jesús?" Ésa es la pregunta correcta. Algunas veces la tomamos muy a la ligera, pero aquí hay una persona y él está vivo, y él está aquí y en el cielo. Él puede hacer esto. Y él es glorioso. Veamos ahora cuán glorioso es él, porque el esplendor de la gloria de esa persona es lo que hace que la acción de dar su vida sea tan espectacularmente valiosa y prometedora.

2. Él creó

Todas las cosas fueron hechas por medio de él.

3. Él es el resplandor de la gloria del Padre

Por tanto, si quiere conocer la gloria, la belleza moral de la gloria del Padre, lea el Evangelio y contemple a la persona de Jesús, porque él es el resplandor (el raudal, el fulgor) de la gloria de Dios.

4. Él es la personificación o la representación exacta de la naturaleza divina del Padre

Si me han visto a mí, han visto al Padre.

5. Él sostiene el universo

Él sostiene todas las cosas por la palabra de su poder.  Así que hoy, esta persona es infinitamente poderosa. Él está hablando a todo el sistema solar, a toda la Vía Láctea, y a todas las otras galaxias para que existan, también a las moléculas y a todos los ladrillos y a toda la madera de este edificio. Ahora mismo él sostiene nuestra carne, y nuestro pelo, y nuestra piel, y nuestros pulmones, y el tejido, y las uñas. Si él dejara de pensar en usted sosteniendo su ser, usted dejaría de existir. Así de dependiente es usted de Jesús.

6. Él se sentó a la diestra de la Majestad

Y el asiento es un trono. Él es el Rey del universo. Él está a la diestra de Dios el Padre, y reina sobre todo gobierno. Reina sobre el diablo. Reina sobre el clima. Reina sobre los ataques al corazón, el cáncer, y el mal del Parkinson. Él reina esta noche.

7. Por tanto, Él es mayor que los Ángeles

En cierto modo, suena como un anticlímax. Pero el resto del capítulo está dedicado a esto, a la superioridad absoluta de esta persona sobre todas las personas celestiales, excepto el Padre.

Así que ésta es la primera división, esta noche estamos lidiando con una persona. Él está vivo. Él es real y esos siete aspectos son verdad acerca de él. Él es la persona que llevó a cabo la purificación.

"De los pecados"

Veamos, primeramente, el factor del pecado. Está al final de la frase - "Después de llevar a cabo la purificación de los pecados". El pecado es una realidad. Es un poder en el mundo. Cuando usted lee el libro de los Romanos, llega a aceptar el hecho de que el pecado no es sólo algo aislado que hacemos aquí y allá. No es solamente un grupo de obras, es un poder. Mueve el corazón. Mueve la voluntad. Mueve al mundo. Tiene su efecto. Ha tendido un lazo sobre cada ser humano. Es algo horrendo. Cada persona en esta habitación está infectada con él.

Algunos tienen un remedio activo en sus vidas que les llevará hacia la gloria. Quizás algunos, en esta noche, no lo tengan. Pero todos estamos infectados, como de una enfermedad. Y es letal. Todos moriremos físicamente. Él no ha querido quitar ese aspecto de la maldición. Todos veremos la muerte, a menos que Jesús vuelva antes. Así que el pecado es algo universal, algo horrendo, una enfermedad. Hebreos 3:14-19 lo define para nosotros - ¿qué es? ¿Cuán malo es?

Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos el principio de nuestra seguridad firme hasta el fin,  en cuanto se dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. Porque ¿quiénes, habiendo oído, le provocaron?  ¿Acaso no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés?  ¿Y con quiénes se disgustó por cuarenta años?  ¿No fue con aquellos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?  ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a los que fueron desobedientes?  Vemos, pues, que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.

Hay tres detalles que quiero que vean aquí acerca del pecado, para que puedan, verdaderamente, aceptar esta realidad.

1. El pecado está arraigado a la incredulidad

Quiero que sientan qué es el pecado. Todo pecado proviene de una falta de confianza en Dios. Si tuviéramos una confianza perfecta en la sabiduría y en el amor y en el poder de Dios, no le llevaríamos la contraria tan abiertamente, ni tan a menudo. Así que hay una raíz de incredulidad detrás del pecado.

Anoche hablé en la universidad a un grupo de 250 a 300 estudiantes. Había algunos incrédulos allí, y una joven se me acercó después y me describió su situación. Me preguntó si yo pensaba que ella era culpable. Le dije lo que digo a casi todos los que me preguntan: "probablemente lo eres, al menos en parte". Y le dije: "Y te lo digo, no para hacerte sentir bien diciéndote que probablemente toda la culpa sea de ellos, sino porque el evangelio no es un mensaje que nos dice que no somos culpables de lo que hemos hecho.  El evangelio es un mensaje que nos dice que hay alguien que puede quitar la culpa". Si tratamos de hacernos sentir bien diciendo: "Yo no era culpable por eso. Nada hice, o no soy el problema en esta relación". Entonces cortocircuitamos el evangelio. El evangelio es para las personas que saben cuán malas son, quienes se sienten mal por ello, quienes saben que tuvieron algo que ver en la relación arruinada, quienes saben que están tomando decisiones erradas. Y lo sano es decir a Dios: "Sí, soy culpable de eso". Y escuchar la respuesta de Dios: "Yo hice una provisión".

2. Hay desobediencia

La vemos que en el versículo 18 - "los que fueron desobedientes". Hay una voluntad de Dios y hemos ido en contra de la voluntad de Dios, y hemos desobedecido.

3. Dios está enojado con el pecado

En siglo XX, somos muy rápidos para decir que Dios es un Dios de amor. En el siglo XVIII ellos fueron rápidos para decir que Dios es un Dios airado --Pecadores en manos de un Dios airado.  Y las dos declaraciones son absolutamente ciertas. Dependiendo de donde esté usted, entre los siglos XVIII y XX, necesitará escuchar uno de estos dos mensajes, o el otro. Mi suposición es que la mayoría de nosotros vive en el siglo XX y hemos escuchado muy a menudo que Dios es amor, Dios es amor, Dios es amor, y no hemos meditado mucho en el hecho de que Dios está en contra del pecado. Él está airado contra el pecado. El Salmo 2 dice que Dios está airado cada día. Él está airado cada día contra el pecado. Leí un artículo muy bueno que me ayudó a comprender esta verdad. Argumentaba que la cruz es la ira de Dios derramada - no sólo es el amor de Dios derramado, también es la ira de Dios derramada. La cruz es el resultado de la ira de Dios contra el pecado. ¿Por qué es cierta esta declaración? La ira que Dios siente contra el pecado es la que llevó a su Hijo al sufrimiento y a la muerte; si Dios hubiera tenido otro camino para lidiar con el pecado, lo hubiera tomado. La cruz es la expresión de dos características de Dios, no de una sola.  Es tanto una ira justa, como una misericordia increíble hacia los pecadores. Por tanto, no corto-circuitemos el evangelio.  Enfrentemos la verdad, hay pecadores, y Dios está airado con el pecado. El pecado es una gran ofensa contra él.

"Después de llevar a cabo la purificación"

Y ahora, finalmente, vemos el evangelio en esta palabra: "purificación". Versículo 3: "Después de llevar a cabo la purificación de los pecados". Quiero que vean algo en las palabras "después de llevar a cabo", y quiero que vean algo en la palabra "purificación". Lo más importante en "después de llevar a cabo" es que desde de la perspectiva del escritor, y desde el momento en que Cristo tomó su asiento a la diestra de Dios, la obra de purificación por nuestros pecados está totalmente terminada.  Es tan importante que lo comprendan: "después de llevar a cabo". No dice que "llevará a cabo", no dice que "cuando comas en la mesa del Señor él llevará a cabo la purificación", ¡no!  Él después de llevar a cabo la purificación, se sentó. Es una sola acción, y está terminada. El entronamiento de Cristo es un honor y un atributo a la obra y a que él había terminado esa obra. Quiero que lo sientan en esta noche.

La purificación que fue llevada a cabo fue hecha una vez y por todas. No pienses: "he pecado mucho tiempo en mi vida y luego he encontrado a Cristo y he creído y he interpuesto su sangre y he limpiado la primera parte de mi vida. Ahora, estoy viviendo un poquito por fe, y aun peco" ¡No piense de esa forma! La interposición de la sangre ocurrió 2000 años atrás, nunca se repitió, fue por todos nuestros pecados, por el pecado que usted cometerá el día de su muerte, 40, 50, o 60 años después de hoy. La purificación de ese pecado ocurrió 2000 años atrás. Así que este es un evangelio sorprendente. Sí, puede que algunas personas abusen grandemente de él. Pablo tuvo que lidiar con esos abusos: ¡'Qué bien, pequemos entonces, para que la gracia pueda abundar!'. Pero él no estaba dispuesto a arriesgar el evangelio. Así sucedió con el escritor de los Hebreos. Jesús ha llevado a cabo la purificación por los pecados. Está terminada. Ocurrió algo decisivo con todos nuestros pecados en el Calvario. No se repetirá en esta mesa.

Recorramos varios textos para ver que no estoy seleccionando solamente algo que quiero enfatizar. Estoy seleccionando algo para enfatizar lo que este escritor a los Hebreos ama con todo su corazón. Quiero que ustedes lo vean. (Vea también Hebreos 7:26–27, 9:11–12, 9:25–26.)

(Voy a insertar pequeños paréntesis aquí  donde haya alguna controversia teológica. Quiero que mediten en ella, no para establecerla esta noche, sino para meditar en ella. Uno de los puntos importantes de la teología Reformada es la expiación definitiva. La expiación definitiva significa que Cristo murió -la remoción decisiva del pecado- él murió para su propio pueblo, y no para todos. No significa que él no haya muerto por todo el mundo en cierto sentido, es decir, para hacer el evangelio disponible para todo el que cree. Pero lo que estoy leyendo aquí, carecería simplemente de sentido si usted trata de aplicarlo a todo el mundo. El pecado no ha sido quitado para todo el mundo. No hay una redención eterna para todo el mundo. La purificación no ha sido terminada para todo el mundo. Hay un pequeño pacto entre la esposa y el novio, mediante el cual, en el Calvario, fue ejercida una obra efectiva para la esposa, esa obra es efectiva y está terminada, para que la esposa esté totalmente limpia.

Es un asunto controversial que conozco y no insisto para que usted lo comprenda o acepte completamente. Pero usted sabrá donde estoy, y por qué amo estos textos -porque yo soy la novia de Cristo-, porque el pacto que él hizo conmigo [y no con el mundo] es muy precioso, al costo de su propia sangre para hacerme su novia. El amor que él tiene por usted y por mí como su pueblo del pacto es muy precioso y está enraizado en una remoción terminada, efectiva, plena, y total de los pecados, una vez y por todas, y que no ha sido hecha para el mundo. Ha sido hecha para la novia. Necesitamos sentir cuán precioso es ese amor. Sino, nos sentiremos así: "Bien, soy perdonable esta noche, porque el mundo es perdonable, pero quizás más allá de esta noche". Ahora, éste es el final del paréntesis, y te recomiendo que lo estudies durante los años que vienen).

Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.  (Hebreos 9:27–28)

Usted sabe quién pienso que son los "muchos": la novia, usted y yo, los creyentes.

Por este medio hemos sido santificados a través de la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, una vez y por todas. (Hebreos 10:10)

La santificación ha sido adquirida completamente en la ofrenda de Cristo, una vez y por todas.

Y ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios. . . (Hebreos 10:11–12)

Una ofrenda. Una vez y por todas. Por todos los pecados. Y ha sido completada.

Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. (Hebreos 10:14)

Los tiempos del verbo son tan importantes. Él ha hecho perfectos. Ese es el tiempo perfecto - él hizo, está terminado, y los frutos abundan. El próximo verbo está en tiempo presente -- los que son santificados. Así que ésta es la maravilla de Hebreos 10:14: Todos los que han sido unidos a Cristo mediante la fe, los que tienen el Espíritu Santo morando en ellos, y quienes están derrotando, progresivamente, sus pecados, son personas perfectas delante de Dios ahora, por la sangre de Jesús. Fin. Si usted está siendo progresivamente perfeccionado, usted es perfecto delante del Padre. Si usted está siendo progresivamente santificado y está venciendo los pecados, aunque aun no sea perfecto en el sentido moral, ésa es una evidencia de su unión con Cristo. Todo lo que él logró, ahora le está siendo dado a usted mediante el pacto. El Padre le ve a usted como a alguien completamente aceptado y perfeccionado en el amado. Si puede aceptar esa verdad, si puede vivir en ese triunfo, ¡qué gran vida vivirá! Se la recomiendo en esta noche.